La Chacrita Online Portal de noticias de Chacarita y Colegiales
Se afirma que los derechos humanos tienen que ver con el derecho a que nadie atente contra la vida del semejante utilizando las herramientas estatales para quitarle la vida a otra persona; es válido y necesario.
Pero también existen otros derechos que son válidos y necesarios y no hace falta irse al África para darse cuenta como son pisoteados: aquí mismo en el impenetrable en la provincia del Chaco se los desconoce.
¿Debe ser la cantante Patricia Sosa quién auxilia a los Tobas con alimentos, medicamentos, ayudándoles además oficios que les son útiles?
¿El estado chaqueño para qué está sino para garantizar el derecho al agua potable que también es un derecho humano del que muy pocos hablan y hasta desconocen?
¿El estado chaqueño para qué está sino para garantizar el acceso al agua potable que también es un derecho humano del que muy pocos hablan y hasta desconocen? Aún siendo reiterativos en este punto: ¿Debe ser Patricia Sosa quien ayude a los Tobas?
Alguna vez en la provincia de Formosa actuando a la manera de un reprochable estado feudal, con el sólo propósito de ganar una elección los políticos lugareños iban donde estaba la tribu Wichi y les hacían los DNI que los habilitaba para el sufragio.
En la misma provincia de Buenos Aires algún impresentable entregaba una zapatilla antes del voto y la otra luego de emitirlo.
El derecho a la igualdad de oportunidades y al trabajo también es un derecho humano tantas veces desconocido e incluso pisoteado.
Hasta hace un tiempo y por motivos que son de público conocimiento se entendía por derechos humanos el de la vida y está bien que así sea pero cuando no se desconozcan los de segunda, tercera y hasta cuarta generación.
Expulsar a la propia población para plantar soja es atentar contra el derecho a la vivienda y al habitat.
¿Es necesario afirmar que en algunos feudos provinciales de nuestra Argentina actual esto sucede a menudo?
El territorio porteño y el Gran Buenos Aires conforman un cordón urbanizado y una periferia repleta de asentamientos precarios.
¿No ocurrirá esto porque algunos capangas provinciales permiten que se rocíe con veneno arrojado desde avionetas no contemplando que en las inmediaciones existen familias subsistiendo?
En esto se pisotea el derecho a la salud y a la vivienda de las personas que sufren que se desparrame veneno para cuidar la soja.
Concluyendo queremos citar al Papa Francisco I cuando afirma que en lugar de cuidar tanto los intereses bancarios hay que cuidar a las personas prioritariamente.
Y esto no sucede en nuestro país ni en los demás.
¿No será hora de atender a todos los derechos humanos y no hablar tanto de ellos?
