La efemérides que atravesamos, está entre otros argumentos el nacimiento de un hombre de la cultura nacional: José Hernández. Escritor, abogado y político, había nacido en 1834.
En nuestro país, desde 1975, por Ley Nacional 21.154 se consagró ese día en su homenaje.
La zona de su nacimiento fue en el actual partido de San Martín. En la chacra de Perdriel, de un familiar suyo, Don Juan Martín de Pueyrredón.
Su familia se trasladó a la muy céntrica zona de San Telmo, donde estudió. Luego de haber pasado su infancia en el campo y haber integrado las vivencias que en él compartió con su familia.
Su labor y formación periodística lo encuentra en periódico La Reforma Pacífica del Partido Federal Reformista, sus sueltos y artículos lo hallaban bajo el seudónimo «Vincha». Su popularidad fue creciendo a través de sus escritos en relación al asesinato del «Chacho»,Vicente Peñaloza. Donde enérgicamente señalaba a sus instigadores y asesinos. Bajo el título de «Vida del gaucho» en 1863 publica esos artículos que le valieron fama y enemigos.
José Hernández y su actuación pública. Fue militar, poeta, político y periodista. Diputado provincial , fue presidente de la Cámara de Diputados defendiendo el proyecto de federalización de Buenos Aires. El éxito se logró pasando a ser Buenos la Capital Federal. Fue reelecto en 1885. En 1886, falleció a los 51 años, en su amada Buenos Aires. Sus restos descansan en el cementerio de La Recoleta.
Nuestra literatura gauchesca se nutre en el «Martín Fierro», con el personaje que interpela al hombre de los extramuros, acontecido con el paso de las muchas guerras internas, después de independizarnos de la monarquía española.
El «Gaucho Martín Fierro» y «La Vuelta de Martín Fierro», son los hitos de inicio de una cultura abarcativa, que toma al hombre y su circunstancia, humana, el devenir político que lo encuentra inmerso en luchas intestina de las cuáles, acaso no es sino una expresión que no refleja sus intereses. y que al estar sujeto a las leyes que no lo contemplan, que no lo integran, llega a estar excluido de la sociedad, tal su vigencia hasta nuestros días.
El gaucho Martín Fierro es un paradigma de tiempos que no dejan cabo suelto: sujeto a obligaciones que lo determinaban junto al menosprecio de quienes alternativamente lo menospreciaban, como al indio. Termina en su huída que lo convierte en un fuera de la ley, como lo describe León Gieco en nuestros días.
Hablar de tradiciones y el comienzo de nuestra literatura gauchesca, nos determina a nombrar a quienes continuaron su estilo gauchesco: Hilario Ascasubi, antes, Bartolomé Hidalgo, con Estanislao del Campo, como exponentes de un género no menor. Sí representativo de un amplio sector social que en ocasiones acabó en sainete, teniendo el desagravio en las actuales obras de la vida gauchesca como lo son las del director y músico Leonardo Favio. Que llevó a la cumbre con la veracidad y exquisitez que plasmó en sus filmes. Ojo certero de un hombre comprometido con el arte y la política.