16 DE OCTUBRE, DÍA MUNDIAL DE LA ALIMENTACIÓN

Todos los 16 de octubre las Naciones Unidas  consagran ese día como el DIA MUNDIAL DE LA ALIMENTACIÓN.

  Leemos en el imprescindible portal Wikipedia: “El 16 de octubre de cada año, se celebra el Día Mundial de la Alimentación, proclamado en 1979 por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).1 Su finalidad es concientizar a los pueblos del mundo sobre el problema alimentario mundial y fortalecer la solidaridad en la lucha contra el hambre, la desnutrición y la pobreza. El día coincide con la fecha de la fundación de la FAO en 1945”

Si llegásemos en una vista panorámica en los distintos continentes, pero en especial en África, Haití, Bolivia, el norte argentino, nos daríamos cuenta su gravedad y en especial, muy doloroso por cierto, es la cantidad desechada arrojada como basura por pequeños detalles o directamente porque no se pudieron vender en la cadena comercial.

En tiempos en que los países centrales de occidente parece que han emprendido un camino decisivo en el espacio interplanetario resulta inaceptable que se toleren niños desnutridos, con hambre, viviendo en la peor de las penurias sin acceso al agua potable, a la vivienda y a la salud.

Nos sigue informando la fuente citada: “(…) Cada año se produce el doble de los alimentos que hacen falta para que los más de 7.300 millones de personas que habitan la Tierra pero 793 millones de personas pasan hambre.

En todo el mundo las mujeres son las principales encargadas de la nutrición, la seguridad y calidad de los alimentos en la familia y en la comunidad. En los países en desarrollo, la mayor parte del trabajo de las mujeres se dedica a la agricultura. Aunque los hombres normalmente aran los campos y guían a los animales de tiro, las mujeres hacen la mayor parte del trabajo relacionado con la siembra, escarda, fertilización y recolección de los alimentos básicos, como el arroz, trigo y maíz, que representan más de 90% de la dieta de la población rural pobre. La contribución de las mujeres a los cultivos secundarios, como las legumbres y hortalizas, es todavía mayor. En su mayoría, estos cultivos se producen en huertos familiares, cuidados casi exclusivamente por mujeres. Estos huertos muchas veces son notablemente productivos y son fundamentales para el bienestar nutricional y económico. En un estudio realizado en Nigeria oriental, por ejemplo, se comprobó que los huertos familiares, que en promedio ocupan sólo 20% de la propiedad familiar, aportaban casi la mitad del total de la producción agrícola. De la misma manera, se estima que en Indonesia los huertos familiares aportan más del 20% de los ingresos del hogar y el 40% de los suministros alimentarios domésticos”

Ese dato atroz que se arroja como desperdicio por la simples razones que no se pudieron vender en las cadenas comerciales, que tampoco pudieron ser exportadas, nos dice muy a las claras una desigual re-distribución de la riqueza mundial donde ente pocos se reparten más olvidando las necesidades de los más.

Ese dato escalofriante en tiempos que se especula en colonizar marte, el planeta rojo, nos muestra sin más ni más que la especie, la raza humana, ha perdido la brújula.