Expedición de Pedro de Mendoza[editar]
El cronista de la expedición del adelantado Pedro de Mendoza, Ulrico Schmidl, describió a los querandíes que encontraron al arribar al Río de la Plata en 1536 en su obra Viaje al Río de la Plata, llamándolos carendies:6
En esta tierra dimos con un pueblo en que estaba una nación de indios llamados carendies, como de 2.000 hombres con las mujeres e hijos, y su vestir era como el de los zechurg, del ombligo a las rodillas; nos trajeron de comer, carne y pescado. Estos carendies no tienen habitaciones propias, sino que dan vueltas a la tierra, como los gitanos en nuestro país; y cuando viajan en el verano suelen andarse más de 30 millas por tierra enjuta sin hallar una gota de agua que poder beber. Si logran cazar ciervos u otras piezas del campo, entonces se beben la sangre. También hallan a veces una raíz que llaman cardes la que comen por la sed. Se entiende que lo de beberse la sangre sólo se acostumbra cuando les falta el agua o lo que la suple; porque de otra manera tal vez tendrían que morir de sed.
El encuentro pacífico con los querandíes rápidamente se tornó belicoso por lo que Pedro de Mendoza organizó una expedición militar al mando de su hermano, Diego de Mendoza, que fue derrotada en las márgenes de la laguna de Rocha (Esteban Echeverría) el 15 de junio de 1536:
Estos carendies traían a nuestro real y compartían con nosotros sus miserias de pescado y de carne por 14 días sin faltar más que uno en que no vinieron. Entonces nuestro general thonn Pietro Manthossa despachó un alcalde llamado Johann Pabón, y él y 2 de a caballo se arrimaron a los tales carendies, que se hallaban a 4 millas de nuestro real. Y cuando llegaron adonde estaban los indios, acontecioles que salieron los 3 bien escarmentados, teniéndose que volver en seguida a nuestro real.
Pietro Manthossa, nuestro capitán, luego que supo del hecho por boca del alcalde (quien con este objeto había armado cierto alboroto en nuestro real), envió a Diego Manthossa, su propio hermano, con 300 lanskenetes y 30 de a caballo bien pertrechados: yo iba con ellos, y las órdenes eran bien apretadas de tomar presos o matar a todos estos indios carendies y de apoderarnos de su pueblo. Mas cuando nos acercamos a ellos había ya unos 4.000 hombres, porque habían reunido a sus amigos.
Y cuando les llevamos el asalto se defendieron con tanto brío que nos dieron harto que hacer en aquel día. Mataron también a nuestro capitán thon Diego Manthossa y con él a 6 hidalgos de a pie y de a caballo. De los nuestros cayeron unos 20 y de los de ellos como mil. Así, pues, se batieron tan furiosamente que salimos nosotros bien escarmentados.
Ulrico Schmidel dio una descripción de las armas usadas por los querandíes:
Estos carendies usan para la pelea arcos, y unos dardes, especie de media lanza con punta de pedernal en forma de trisulco. También emplean unas bolas de piedra aseguradas a un cordel largo; son del tamaño de las balas de plomo que usamos en Alemania. Con estas bolas enredan las patas del caballo o del venado cuando lo corren y lo hacen caer. Fue también con estas bolas que mataron a nuestro capitán y a los hidalgos, como que lo vi yo con los ojos de esta cara, y a los de a pie los voltearon con los dichos dardes.
Así, pues, Dios, que todo lo puede, tuvo a bien darnos el triunfo, y nos permitió tomarles el pueblo; mas no alcanzamos a apresar uno sólo de aquellos indios, porque sus mujeres e hijos ya con tiempo habían huido de su pueblo antes de atacarlos nosotros. En este pueblo de ellos no hallamos más que mantos de nuederen o ytteren como se llaman, harto pescado, harina y grasa del mismo…
Los sobrevivientes, se aliaron a otros y destruyeron la recién fundada ciudad de Buenos Aires:
Por este tiempo los indios con fuerza y gran poder nos atacaron a nosotros y a nuestra ciudad de Bonas Ayers en número hasta de 23.000 hombres; constaban de cuatro naciones llamadas, carendies, barenis, zechuruas, y zechenais diembus…
En la relación de Francisco de Villalta hecha en 1556 menciona respecto de la fundación de Buenos Aires por Mendoza a los querandíes como quirandres y quirandies:7
Visto por el Gobernador la necesidad que la Gente padecia, aunque no por istenso por estar malo en cama, mandó á Don Diego de Mendoza su hermano fuese á vuscar Indios para que truxesen Bastimento y probision el qual topo con cierta Gente que se llamanQuirandres, los quales es Gente que handa á noche i meson, ia algunos ellos abian dado vista al pueblo i entrado en él, i como estos sean Gente mobida ibase i aloxabase de los confines del Pueblo.
Topado con ellos Don Diego de Mendoza ovo cierta diferencia entre los Cristianos y los Quirandies sobre los hacer volber en tal manera que obieron de venir á las manos, y como los Cristianos estubiesen flacos, i los Indios fuesen pláticos en su tierra, dieronse tan vuena maña que mataron á Don Diego de Mendoza i á Pedro de Venabides su sobrino i á otros bien Quantos, y los demás fueron huiendo aunque heran de Acaballo, i sino fuera por la infanteria que atrás benia que los socorrió, todos quedaran en el Campo por ser como heran los Indios tan ligeros i tan diestros en atar los caballos con bolas que traian.
Domingo Martínez de Irala[editar]
Domingo Martínez de Irala en su Relación de abril de 1541 los denominó quyrandys:8
… todos los yndios que por este rrio arriba ay q. biben en la Ribera del no son gente que siembran ny de ninguna policia son de guardarse mucho dellos especialmente al tpo del rescate porq estando avisados y los vergantines apartados de tierra algund tanto podran rrescatar con ellos y seran proveydos de pescado y de manteca e pellejos e carne ques lo q'llos tienen y pueden dar anse de guardar en todo de los guaranys de las yslas e quyrandys que son mortales enemigos nuestros (…) anse de guardar donde hallaren varrancas no los flechen los yndios especialmente en el estero de los tynbus porq alli lo an hecho otras vezes los quyrandis (…) asymesmo corren la costa chanas y guaranys que son enemigos a los quales y a los quyrandis q. arriba digo les podra fazer todo el dagño q. pudiere por amystad o enmystad rrescatando con ellos o no rrescatando porq. asy hazen ellos.
Gonzalo Fernández de Oviedo[editar]
La Historia general y natural de las Indias, islas y tierra firme del mar océano fue publicada por Gonzalo Fernández de Oviedo en partes entre 1535 y 1557 con una relación sobre los quiranys o tirandis:9
Mas adentro en la tierra metida está otra generaçion que le llaman quiranys, y contractan con ellos pellejos de cabiles, y obejas, y mantas de diversas maneras, y çestas de berguitas, tan texidas y apretadas, que pueden tener agua en ellas, y son muy gentiles en la labor. (…) y los tirandis tienen las bolas ya dichas y son muy diestros en ellas. No tienen leyes; y andan en tierra rasa, y es gente robusta y de color morena, y viven de caça.
Francisco López de Gómara[editar]
Francisco López de Gómara en su Historia general de las Indias publicada en 1552 refirió respecto de los quirandies:10
… han hecho un lugar de dos mil casas, en que hay muchos indios e indias cristianadas, y está cien leguas de la mar a la ribera de mediodía en tierra de Quirandies, hombres como jayanes, y tan ligeros, que corriendo a pie toman a mano los venados, y que viven ciento y cincuenta años. Todos los de este río comen carne humana, y van casi desnudos (…) Comen pescado, que hay mucho y gordo, y es la principal vianda de los indios, aunque cazan venados, puercos, jabalís, ovejas como del Perú y otros animales. Son guerreros: usan los de este río traer en la guerra un pomo como recio y largo cordel, con el cual cogen y arrastran al enemigo para sacrificar y comer.
Francisco Ortíz de Vergara[editar]
Francisco Ortíz de Vergara en su Relación a D. Juan de Ovando de enero de 1573, se refiere a los querandíes de la siguiente manera:11
… ai otra nacion que llaman quirandies jente belicosa e enemiga de españoles…
Martín del Barco Centenera[editar]
Martín del Barco Centenera en su poema histórico Argentina y conquista del Río de la Plata con otros acaecimientos de los reinos del Perú, Tucumán y el Estado del Brasil (La Argentina) publicado en 1602 hizo varias referencias a los querandíes:12
Navegando una noche a la mañana
llegamos a la gente Cherandiana.
Salieron a nosotros prestamente,
que en esto del rescate están cursados.
Delante de nosotros diligente,
pescaba cada cual muchos pescados.
Ninguno en lo vender era inocente,
que son en el vender muy porfiados.
Ruy Díaz de Guzmán[editar]
Ruy Díaz de Guzmán en su obra Historia Argentina del descubrimiento, población y conquista de las provincias del Río de la Plata terminada en 1612 describió a los querandíes:13
… es toda aquella tierra muy llana; los campos tan anchurosos y dilatados, que no hay en todos ellos un árbol: es de poca agua, y de mucha caza de venados, avestruces y gran suma de perdices, aunque de pocos naturales; los que hay son belicosos, grandes corredores y alentados, que llaman Querandís: no son labradores, y se sustentan de sola caza y pesca; y así no tienen pueblos fundados ni lugares ciertos, más de cuanto les ofrece la comodidad de andar de ordinario esquilmando los campos. Estos corren desde Cabo Blanco, hasta el Río de las Conchas, que dista de Buenos Aires cinco leguas arriba, y toma más de otras sesenta la tierra adentro hasta la Cordillera, que va desde la mar bojeando hacia al Norte, entrando por la gobernación de Tucumán. Estos indios fueron repartidos con los demás de la comarca, a los vecinos de la Trinidad, puerto de Buenos Aires…
Nicolás del Techo[editar]
El historiador jesuita Nicolás del Techo en su Historia de la Provincia del Paraguay de la Compañía de Jesús compuesta entre 1682 y 1687 refiere que los sacerdotes Alonso de Bárcena y Pedro de Añasco estudiaron entre otras la lengua quirandí hacia los años de 1590.14
Deseando con ardor los socios de la Compañía que los gentiles abrazaran la fe cristiana se dedicaron al estudio de las lenguas habladas por éstos. El P. Bárcena se entregó á esta tarea por espacio de medio año, ayudado por el P. Añasco; y aunque era ya anciano de sesenta años, llegó á conocer las lenguas guaraní, naté, quisoquí, abipónica y quiranguí; compuso en ellas gramáticas, vocabularios, catecismos y sermones; ambos redujeron á preceptos otras del Tucumán, como son la tonocoté, la kaka, la paquí y la quirandí, á fin de que los misioneros pudiesen fácilmente poseerlas. Y para obtener de esta obra mejores resultados, el P. Añasco hizo varias copias de dichos libros, compuestos en su mayor parte por el P. Bárcena, y las divulgó cuanto pudo.
La grafía quirandi se confirma en la carta del padre Bárcena a su superior Juan Sebastián del 8 de septiembre de 1594:15
Aunque esta anchísima provincia del Río de la Plata ó Paraguay (…) abraza una gran suma de naciones como son Quirandies, Charrúas…
Fuente: www.wikipedia.