Tiene 22 años y comenzó a trabajar como administrativa en la sede de Pehuajó de la cartera de salud. Es el primer caso en dependencias del Ministerio de Salud bonaerense.
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Infonews menciona la fuente: Tiempo Argentino
Josefina Jamar tiene 22 años, vive en Pehuajó y trabaja como empleada administrativa en la sede de la Región Sanitaria II. Desde ayer suma una particularidad: logró convertirse en la primera trabajadora con síndrome de Down del Ministerio de Salud.
Su papá, Luis, trabaja en esa misma dependencia hace 34 años como radio-operador de emergencias sanitarias. Fue él quien inició el expediente para conseguirle trabajo a Josefina. Y hoy, con la Resolución 2153/2013 en mano, que oficializa la designación de su hija, es el hombre más feliz de todo Pehuajó.
Hace dos años, el ministro de Salud de la provincia, Alejandro Collia, visitó esa región sanitaria para encabezar una reunión. Luis no lo dudó: se le acercó, le presentó a Josefina y le contó la situación. A partir de ese momento, y atento a que la Ley provincial 10.592 establece que los discapacitados deben ocupar, por lo menos, un 4% de los empleos públicos, Collia le dio curso a la solicitud.
Mientras tanto, Josefina empezó a ir ad honorem porque, si algo tiene, dicen sus padres, es disposición para el trabajo: se levanta de buen humor, se hace el desayuno, la cama, se da un baño y sale para la oficina. Ahí atiende el teléfono, completa planillas y es más que expeditiva para hacer las averiguaciones que su jefe le pide. Eso sí, le pidió salir un rato antes los lunes, porque por nada del mundo se quiere perder las clases de «danza latina», su pasión.
Su papá dice que aquel que la trate con cariño «se habrá ganado una amiga para toda la vida». Es que si algo la caracteriza «es su capacidad de expresar amor», cuenta orgulloso Luis. Eso sí, «si alguien no le da cabida, ella ni se acerca».
Aquel que la trate con cariño «se habrá ganado una amiga para toda la vida».
Es cierto que cuando Josefina nació no era la beba que sus padres habían imaginado. En aquel momento, perturbados, él y su mujer tomaron la decisión de llevarla a un centro de estimulación temprana. Tenía nada más que 11 días de vida. Así, pudo hacer el jardín, la primaria y la secundaria casi como cualquier chico de su edad. «Al principio, como papá, te preguntás ‘por qué a mí’, y te parece shockeante; sin embargo, hoy puedo decir que esta nena es lo mejor que me pasó, nos da un amor que no da cualquier hijo, estamos agradecidos de tenerla», dice Luis. El nombramiento pasó por todas las instancias necesarias para darle a Josefina una ocupación. El expediente fue analizado por el Seclas, que es el Servicio de Colocación Laboral Selectiva para Personas con Discapacidad.
Un comentario a Infonews. sobre el tema del día 16-3-2014