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Valorando el material que nos enviara nuestro colega Eliseo Meliseo, Periodista de Ciencia y Tecnología, Departamento de Prensa y Difusión, Universidad Nacional de La Matanza, Florencio Varela 1903. (4480-8976) San Justo, Buenos Aires, solicitamos que los diversos sectores de la salud de los municipios realicen un estudio en sus respectivos distritos para tener la certeza que no ocurra lo que esta pasando en la provincia de Córdoba y en otros lugares del norte.
Con una profesionalidad digna de resaltar nos informa que: «Habitan preferentemente en zonas arenosas y en regiones desérticas para cavar sus madrigueras. Sin embargo, con el correr de los años, el alacrán logró introducirse sigilosamente en las ciudades cordobesas de Cruz del Eje, San Francisco, Balnearia, Córdoba, Jesús María y Río Cuarto, entre otras. Esta sobrepoblación de la especie Tityus trivittatus generó un alto incremento de pacientes en los Centros de salud, la mayoría con síntomas propios de mordeduras o picaduras, fiebre intensa, hipotermia, convulsiones, vómitos y broncorrea», agregando luego (…) «Las provincias más afectadas, aparte de Córdoba, son Catamarca, La Rioja, Salta y Jujuy; éstas dos últimas tienen otra especie de alacrán con mayor incidencia: el Tityus confluens, muy similar a trivittatus en sus características corporales y de envenenamiento».
A nuestro juicio es un toque de atención para los municipios en la necesidad de prevenir la salud de sus habitantes refiriéndonos en particular a los de la Provincia de Buenos Aires y del gobierno porteño que cobijaron por desinterés de contener a su población en algunos feudos provinciales donde el capanga de turno prefiere cuidar la soja transgénica antes que a su gente.
Desde hace largas décadas y las últimas más aún, las que reciben aquellas poblaciones que deben emigrar de sus tierras ante el avance de la soja transgénica y del veneno que arrojan desaprensivamente desde las avionetas conformando una sumatoria de centros urbanizados con una periferia por demás necesitada en cuanto a vivienda, salud, trabajo, acceso al agua potable y demás en Buenos Aires, Área Metropolitana.
¡Si hasta los bordes de los andenes ferroviarios existen familias durmiendo y habitando como pueden pero con la diferencia que aún así, acá tienen acceso al agua potable y más posibilidades de conseguir trabajo o alimento (y que por supuesto a los capangas que hacíamos alusión más arriba les importa rábano que tengan esa posibilidad)!
Obviamente como no es difícil saber, la picadura de alacrán puede derivar en la muerte o en severos deterioros en la salud. Al respecto nos menciona Eliseo:
«Esta sobrepoblación de la especie Tityus trivittatus generó un alto incremento de pacientes en los Centros de salud, la mayoría con síntomas propios de mordeduras o picaduras, fiebre intensa, hipotermia, convulsiones, vómitos y broncorrea» , agregando (…) » Esta problemática tomó forma cuando los centros de salud comenzaron a reportar casos de pacientes con picaduras de alacranes en zonas residenciales: “Con los estudios iniciales se descubrió que los alacranes se escondían en las cloacas de las viviendas y por la noche salían a cazar. A partir de ahí armamos un mapa del escorpionismo y recolectamos datos de los casos más afectados”, explicó el experto (…) Los alacranes aprovecharon los desagües de las viviendas para alimentarse de las cucarachas y otros insectos, además de ocultarse de las lagartijas y las aves, que son sus principales depredadores. “Creemos que el cambio climático y la proliferación de las redes cloacales son las principales causas que provocaron la aparición de estos arácnidos”, investigador del Centro, Gustavo Jorge Reati.
Estimamos de una prioridad total que los municipios mencionados investiguen la existencia de alacranes debiendo mencionar como lo hemos hecho en otra página que en el playón de Chacarita se encontró este insecto, noticia que no pudimos tener la certeza que los hubiere dadas las opiniones contrapuestas al respecto. Pero sí lo puede chequear los distintos órganos de gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Deseamos fervientemente que que ese estudio se realice dada la cantidad que habita hoy ese predio. Sería muy de lamentar que por desinterés o negligencia ocurran picaduras de escorpiones en un sitio cada más poblado.
