SOBRE LA EXTENSIÓN DE LA AVENIDA TRIUNVIRATO
Argumentar con criterios sin solidez cuestionando problemas ambientales provocados por el escape de tóxicos de los medios de transporte y del parque automotor o de supuestos –aunque puedan ser creíbles- esconde la verdadera intención cercana al gorilismo de derecha o a un fascismo disfrazado que no se anima a decir que lo que no quiere es que se urbanice Fraga.
Es un argumento tan reaccionario, del más puro de todos, que mientras estigmatizan a los compañeros porque no pagan sus impuestos tampoco aceptan que urbanización mediante de Fraga los habitantes pagarán también los servicios de luz, gas y tendrán acceso al agua potable como otros vecinos quienes viven por la Avenida Federico Lacroze y adyacencias.
Hablemos claro: aquello que les duele, que no pueden aceptar, son los vecinos. Es que no haya de primer y de segundo orden. Para el fascismo y los gorilas de derecha habría que volver a la gesta de la campaña del desierto (lo más parecido a aquello que sucedió en el sur en siglos pasados) en Fraga habría que pasar, sueñan, la topadora y expulsar a todo aquel que en su ADN tenga algún vestigio nórdico.
Este pensamiento y estas práctica es de la peor catadura moral, porque lo que realmente le duele a los gorilas en Chacarita es que mediante la urbanización de Fraga otras personas tendrán acceso a una vida digna.
Por otro lado, también se ubican “los ángeles de Charlie”, los progres, que en un lenguaje de veletas desorientadas, aún no han definido si los compañeros de Fraga integran el concepto de villa o barrio.
Para los zurditos disfrazados de un progresismo inentendible lo que también les molesta es que no haya un asentamiento (obviamente les molesta por esto que tengan acceso a mejores condiciones de vida).
Una síntesis de aquello que exponemos más arriba es que tanto sea los fascistas de derecha o de izquierda, no pueden aceptar a quienes ya no podrán ser estigmatizados de la peor forma que se puede hacer.
Una vez más las dos doctrinas gemelas, el marxismo y el liberalismo, se disputan la voluntad popular y como en Yalta luego de la segunda guerra mundial, se dividen el mundo según sus conveniencias pero esta vez en nuestro barrio de Chacarita.
Por cuánto tiempo más las personas serán tomadas como predicado de sus alucinaciones “ideológicas”.
¿Por cuánto tiempo se seguirán quedando con el esfuerzo y el sacrificio del conjunto renegando que las personas y los pueblos sean sujeto y verbo histórico?
Publicado 28.04.2018