Don Ata… sí sin duda alguna fue un ejemplo y los es aún para muchos que no aceptamos que nos proscriban por nuestra manera de pensar. Para tantos y que no quepa duda que sostenemos que la participación también es decidir.
Don Ata fue y es un ejemplo.
Expulsado por el partidito que luego se asoció a la Unión Democrática junto a otros impresentables o pretendidos dirigentes que no se bancaron los nuevos aires. Sucedía que Don Ata sí pensaba que el partidito stalinista debía tomar un rumbo distinto. Para Don Ata ser afiliado al Partidito Comunista era un compromiso para con la vida y no para la rosca y la trenza partidocrática demoliberal y conservadora que este partidito siempre lo fue. Quienes no eran, precisamente, comunistas eran los otros que quién sabe cómo llegaron al sitio de privilegio que ostentaron. Luego ya después de concretado la primavera argentina, desde aquel glorioso 17 de octubre de 1945, otros funcionarios quisieron silenciarlo y por supuesto, también se negó. Y esa negación que muchos valoramos le valió la tortura que no fue menor y que pretendía arruinarle la mano para que no pudiera tocar, mucho menos cantar o escribir.
¡Justamente a Don Ata lo iban a callar!
El ejemplo fue nada más ni nada menos, Atahualpa Yupanqui su nombre artístico.
Leemos en la Biblioteca Universal Wikipedia:
“Atahualpa Yupanqui (n. Juan A. de la Peña, Pergamino; 31 de enero de 1908 – Nîmes, Francia; 23 de mayo de 1992), seudónimo de Héctor Roberto Chavero, fue un cantautor, guitarrista, poeta y escritor argentino.
Se le considera el más importante músico argentino de folklore. En 1986 Francia lo condecoró como Caballero de la Orden de las Artes y las Letras”
Otros datos biográficos que la fuente más arriba mencionada nos dice:
Nació el 31 de enero de 1908 en el Campo de la Cruz (de la familia Segoburo, sus tíos abuelos vascos). Era una antigua posta rural, equidistante del pueblo de Colón y de la ciudad de Pergamino, al norte de la provincia de Buenos Aires.3 Su padre mestizo de origen quechua, era oriundo de Monte Redondo, en la provincia argentina de Santiago del Estero, y su madre, de apellido Aramburu, era criolla de padres vascos. Su infancia transcurrió en Agustín Roca (partido de Junín), donde su padre trabajaba en el ferrocarril como telegrafista y se dedicaba también a la doma de caballos. Inicialmente estudió violín con el padre Rosáenz, el cura del pueblo. Más tarde aprendió a tocar la guitarra en la ciudad de Junín con el concertista Bautista Almirón, quien sería su único maestro. Inicialmente vivió en Junín en la casa de Almirón; posteriormente regresó al pueblo de Roca y viajaba 16 km a caballo para tomar las lecciones en la ciudad. Con Almirón, Roberto Chavero descubrió la música de Sor, Albéniz, Granados y Tárrega, y también las transcripciones para guitarra de obras de Schubert, Liszt, Beethoven, Bach y Schumann”
Pero más allá de toda su hermosa y aleccionadora biografía desde lachacritaonline queremos destacar su existencia que es la del Payador Perseguido, el que no acepta que lo callen por su manera de pensar y de sentir.
Seguramente en este nuevo aniversario muchos lo recordarán como artista, como un grande que sin duda lo fue.
Nosotros queremos homenajear la persona, la que no acepta ser tan sólo una ficha de afiliación o que le vengan a decir los impresentables de siempre sea del partidito que fuesen qué debe hacer o pensar. Queremos rescatarlo quienes estamos en la diáspora porque no aceptamos que nos vengan a decir qué hacer o sentir aquellos que usan sus cargos para privilegio personal.
Don Atahualpa Yupanqui por seguro será recordado con todo merecimiento por lo que fue y por lo que significa en lo artístico.
Queremos recordarlo por su conducta, por sus ideales, por la gran persona, insobornable por cierto.
Por todo lo expresado permítasenos concluir con la expresión: ¡GRACIAS POR SER COMO FUE, QUERIDO MAESTRO!
Publicado día 23.05.2018