Según algunos pensadores o profesionales de la salud en su más amplio sentido, la esquizofrenia es dividir, irreconciliar, separar el mundo real, con el otro mundo que no corresponde ni se condice con aquello socialmente aceptado como válido.
Los estándares entre esto que “una convención” acepta como salud social y aquella otra cuya existencia es en algunos casos opuesta a esa salud social, dividiría, entonces, salud con enfermedad.
En principio se nos ocurre muy autoritaria esa concepción. ¿Dónde queda ambos criterios en los hechos de Caín y Abel? ¿En la Parábola de Lázaro y el rico de San Lucas el sano era el rico que pasaba sus días de festichola en festichola mientras que el pobre Lázaro suplicaba por las migajas que se caían de esas fiestas u orgías?
Para quien participaba de “la convención socialmente aceptada”, la salud, obviamente, estaba en el triunfador de los hechos de Caín y Abel y también en el rico que renegaba y aborrecía al pobre.
En la Encíclica “Desarrollo de los Pueblos” Paulo VI escribió que “No es lícito reservarse el uso individual de los bienes mientras hayan quienes que no alcanzan su mínima supervivencia”
A poco de leer el antiguo testamento sostenemos que el pecado original no es haber comido el fruto prohibido sino el haberse apropiado de lo ajeno, el no haberlo compartido. Y sin embargo muy poco se dice de este pecado original –el primero de todos- perdiéndose en lo difuso “la convención” y las necesidades generales que es la de todos.
¿Cuándo el granjero se echa a dormir habiendo amontonado granos y cosechas en su depósito pero a las pocas horas escucha una voz que le dice “Hombre necio esta misma noche has de morir y de qué te sirve aquello que tenés guardado?”
Más claro aún resulta cuando la masa son sed de sangre del modo que sea o como venga la cosa elije a Barrabás condenando al Salvador a ser torturado y crucificado.
¿Dónde queda por consiguiente la convención entre lo socialmente aceptado y todas nuestras necesidades?
¿No será entonces que la esquizofrenia, la salud o la enfermedad, es válido el concepto según donde apoyamos el pie del análisis?
En esta introducción aquello que intentamos buscar es volver a preguntarnos “¿Quién dijo que esto es así?”.
¿Desde dónde esto que decimos es tan así?
CONTINUARÁ CUANDO RESPONDAMOS ESTAS DOS ÚLTIMAS PREGUNTAS O TAL VEZ ANTES.
Publicado en nuestro portal 26.09.2018