Más allá de las pasiones partidarias –que para cambiar la ciudad es lo primordial acabar con esta suerte de mezquindades de todo tipo o índole- el viaducto es hoy la obra más importante desde aquellos tiempos en que se idearon las autopistas que en nuestra zona fue lapidaria con la AU3.
Esas pasiones partidocráticas (hay que decirlo) tienen más que ver con posicionamientos y vacíos. Tiene que ver con la obsecuencia de cierta dirigencia de base a todas luces irrepresentativa y con la incapacidad de esa dirigencia de hacerse oir en las estructuras minúsculas de los grupúsculos del poder.
En ciertos casos hay que decirlo y ésta es uno de esos casos; no representan a nadie y sólo les queda la obediencia al sultán de turno ya que no expresan a quienes debieran hacerlo.
En una gacetilla de prensa quienes están a cargo de esta obra que cambia la fisonomía de la zona y que avanza hacia una nueva concepción urbana después de la desastrosa experiencia de la AU 3, expresa:
“El Puente de la Reconquista es una plataforma vehicular que se eleva sobre la Av. Juan B. Justo a la altura de Av. Córdoba y las vías del FF.CC. San Martín. Para continuar con la obra del viaducto es necesario desmontarlo, ya que el proyecto prevé que el flujo de vehículos circule a nivel. Desde el martes 2 de octubre la Av. Juan B. Justo entre Castillo y Cabrera se encuentra cortada totalmente y a partir del martes 23 de octubre se sumará la afectación total de Av. Córdoba entre Humboldt y Godoy Cruz durante aproximadamente un mes”
Bajo la impericia de no concebir la ciudad como un todo y quedarse atrapados en lo meramente sectorial, algunos sectores protestan con las dificultades que presentará la obra en escaso tiempo pero también tomando como válida la idea del “No sé, pero me opongo” actúan como operadores de personajes en busca de posicionamientos particulares.
“Para aliviar el tránsito se realizarán dos aperturas provisorias en Villarroel y Aguirre. Estas calles no tenían conexión previa al estar separadas físicamente por las vías del FF.CC. Durante el corte de Av. Córdoba serán nuevas alternativas para los vehículos que circulen en dirección al noroeste, y con la elevación de la traza se transformarán en nuevos cruces definitivos”
La disposición del Puente tiene la misma altura que tendrá el viaducto. En este contexto, la demolición se vuelve necesaria para avanzar con los trabajos, y el desmantelamiento se hará por partes, sin explosivos.
Luego de la obra, la intersección de Av. Juan B. Justo y las avenidas Córdoba y Niceto Vega conformarán un cruce tradicional, a nivel. Además, se revalorizará el espacio público y se generará un mejor entorno”
Este suelto periodístico muy extenso para que quede claro nos deparará largas notas. En esta oportunidad pretendemos enfocar la obra desde una mirada global, desde una concepción de la zona, dejando de lado algunas mezquindades a las que hacemos alusión más arriba.
Publicado día 26.10.2018