El domingo 20 de Junio murió Juan Forn. Así, escuetamente y frio el mensaje apurado en las redes. Volvimos a teclear para saber y ver la desmentida, No. De un infarto se había ido. Aún con regusto a bronca aceptamos lo que no puede evitarse, la muerte. Es que estamos más sensibles, más golpeados, y esta vez fue un golpe bajo. Un intelectual un hombre de la Cultura en serio, fundador de Radar y uno de sus columnistas en Página 12, director de Rara Avis, de Editorial Tusquets y tanto más…
Juan Forn que tempranamente se aventuró a crear una revista y no eran tiempos de manzanas doradas, había que crearla en medio de la dictadura. Hijo de familia de clase alta, estudió en el afamado Cardenal Newman, de varones y estrictamente católico, bilingue. Como corolario de su secundaria se fue a recorrer Europa como todo hijo de buena familia que era, donde los clásicos trabajos de lava copas y peón rural le fueron proporcionadas y aceptadas gustosamente. Su regreso a Buenos Aires no tardó.
EMECE y su sello impresionante le abrieron sus puertas, donde el nuevo revisor de pruebas se hacía sus festines literarios… Editor ya, publicó El que tiene sed de su amigo Abelardo Castillo. Le siguieron Las Anticonferencias de Isidoro Blainstein, Antonio Dal Masetto y Alberto Laiseca.
Había nacido con la estrella del triunfo.
- En ese año publica Corazones Cautivos, (historia de un nieto y su abuelo) y llega a su consagración con una antología de relatos Nadar de noche, el mítico relato donde el padre (muerto), le responde a su hijo, la pregunta obsesiva… Cómo es estar muerto.» Como nadar de noche, en una gran pileta, sin cansarse» es la respuesta.
- De EMECE a Planeta, para crear Biblioteca del Sur, donde publica a los nuevos o casi desconocidos escritores, Tomás Eloy Martínez, Rodrigo Fresán, Fogwi, Elvio Gandolfo, David Viñas y Charly Felling entre otros.
- Ya es asesor editorial de Planeta. Aquí es que crea RADAR, con una llegada exitosa, exitosa y esperada. Por seis años, Página 12 lo había convencido… Poco faltaba para un viraje que tomaría su vida… A este rebelde, indómito rockero asiduo de etílicos encuentros.
Le esperaba el encuentro con una pancreatitis que lo dejó en shock. Su regreso a lo cotidiano lo vuelve austero y sumado a un cambio de domicilio, de 300 km próximo a Claromecó, donde llega con su mujer Flora Sarandon y su pequeña hija Matilda. Recomienza aquí su pasión por la escritura con un mar que lo recibe como hijo pródigo, calmas y tempestades…nunca le fueron indiferentes a este anglófilo, irlandés por ADN y amante de su idioma, (lengua materna) que ama incorporándolo en su escritura, este lingüista y traductor que re comenzó allí tan versátil como imprescindible obra literaria. No lejano en el tiempo, 1995.
Es parte de la revista literaria Tierra Elegida, de Colombia. El mal pensante
Tiempo de Radar, Página lanza libros de edición económica. 4 títulos y el éxito es su moneda dorada.
- Recibe el Premio Kónex de Platino, en la disciplina Periodismo.
- Diploma al Mérito. Kónex. Periodismo.
- Los Viernes (Contratapas – Selección).
- En el filme de Spiner, La Boya, se registra su figura siendo él mismo, y en sus parajes preferidos, Mar de las Pampas. Spiner y Aníbal Saldívar discurren sobre sus infancias compartidas con el mar, su generosidad y está Juan interpretando también esos misterios de la soledad…
En mayo de 2021, Alfaguara edita Dos soledades, una conversación soñada entre Gabriel García Márquez y Mario Vargas Llosa. Los genuinos creadores del boom latinoamericano en la literatura mundial. Estos miles de libros que se vendían, se leían, prestaban…volvían a editarse y venderse. No solo un boom editorial sino un negocio altamente rentable. Los dos Premiados, y La Casa Verde en Medio, de Vargas Llosa recibiendo el Premio Rómulo Gallegos. Cien Años de Soledad no quedaba lejos, con reediciones múltiples que apuraba sudamericana. Aquella reunión de Lima donde ambos escritores habían dejado mucha tela por cortar o por escribir…
Volvamos a nuestro viajero reciente…
En 1991, edita su hijo más preciado… Nadar de Noche.
En 2015, Los Viernes.
En 2007, María Domecq.
En 1995, Frivolidad.
En 1987, Corazones.
En 2001, Puras Mentiras.
En 2005, La Tierra Elegida.
En 2010, Ningún Hombre es una Isla
En 2020, El Hombre que fue Viernes.
Una especial referencia a su documento La Guerra de Malvinas (Argentina 1982). La Guerra Invisible.
Volvemos por un momento a El Hombre que fue Viernes, goyesco duelo y ficción de un terrorismo ficcional a un guante tirado por Chesterton (1908), a vuelo de Jueves llega el viejo Viernes… Forn amaba los viernes más que los otros días…y su incondicional poesía como modo de vida, la mirada de un poeta que escribía novelas y nos da el pie para decirle que lo amamos, que es un indispensable, que su partida nos golpea, así de pronto entre las otras … tantas que hacen saltar nuestro corazón ante cada noticia… Queremos decirle de nuestra bronca y desconcierto, porque nos dejan más huérfanos y solos, en este hambre de belleza espiritual, de estar sostenidos por lo inasible…y no queremos acostumbrarnos a la muerte
Y si a la pregunta del niño, dirigida a su padre, cómo es estar muerto…..la respuesta llega tan clara y contundente como un mantra… es como nadar de noche, en una pileta inmensa sin cansarse.
«Hay un momento donde la mirada gira para adentro, ya estás en un paisaje interior, ya estás caminando en tu interior, es como cuando nadás, estás adentro más que afuera. Son los momentos espejo porque te vas a otra dimensión”, confió Forn en La Boya.
Juan Forn murió el domingo 20 de un ataque cardíaco. Te extrañamos Juan… y no te fuiste solo…