Los carpinchos, esos gigantes amables de la fauna argentina, han encontrado un hogar en la desembocadura del Arroyo Medrano, en el barrio de Núñez. A pesar de su presencia en áreas urbanas, estos roedores herbívoros anfibios conviven pacíficamente tanto con otras especies como con los habitantes humanos de la zona. De hecho, su presencia en el paisaje porteño no es nueva, ya que estos animales han estado aquí mucho antes de que la expansión urbana invadiera sus hábitats naturales.
Pese a la urbanización y el constante tránsito de la ciudad, el entorno natural a la salida del Arroyo Medrano ofrece un refugio adecuado para estos animales. En la tranquilidad de este espacio, los carpinchos se desplazan entre los recovecos de las instalaciones y disfrutan de los pastos que crecen en las orillas. Aunque su presencia puede parecer sorprendente, no es inusual, ya que estos animales se adaptan fácilmente a diferentes ambientes y tienen una alta tasa de reproducción.
Especialistas como Hugo Campos, de la agrupación Vecinos por la Ecología, y Francisco González Táboas, naturalista y director de Aves Argentinas, destacan que la presencia de carpinchos en Núñez es parte de un proceso natural de desplazamiento. Estos animales buscan espacios donde puedan alimentarse y vivir sin ser molestados, y la desembocadura del Medrano parece ofrecerles esas condiciones.
Es fundamental recordar que los carpinchos son inofensivos y, aunque su tamaño impresiona, son animales pacíficos que buscan principalmente alimento y tranquilidad. Pesando alrededor de 55 kilos y con más de un metro de largo, estos animales se alimentan de hierbas y plantas ribereñas, principalmente al atardecer y durante la noche. Aunque a veces pueden parecer sorprendentes en un entorno urbano, ellos simplemente están buscando un lugar donde puedan vivir en paz.
A lo largo del tiempo, los carpinchos han sido avistados en varias áreas de la ciudad, como las Reservas Ecológicas de Costanera Norte, Costanera Sur, el Lago de Villa Lugano e incluso en la Isla Demarchi. En el caso del Arroyo Medrano, su presencia se ha registrado desde 2022, según el sitio especializado iNaturalist.
Más allá de los videos virales que los han hecho conocidos, los carpinchos merecen nuestro respeto y protección. Aunque ahora forman parte del paisaje urbano, debemos recordar que ellos son los verdaderos residentes originales de estas tierras. Su presencia nos recuerda la importancia de coexistir con la naturaleza y respetar a las especies que han habitado estos espacios mucho antes de que nosotros llegáramos.
Así que la próxima vez que veas un carpincho cerca del Arroyo Medrano o en cualquier otra parte de la ciudad, considera que ellos no solo contribuyen a la biodiversidad local, sino que también son un testimonio vivo de la historia natural de la región. Respetarlos y protegerlos es nuestra responsabilidad, ya que ellos son nuestros verdaderos vecinos en este entorno compartido.
Fuente consultada: saavedraonline.com.ar