Es el día establecido para honrar a los que nos precedieron en el camino de la vida.
La tradición fue cambiando a través de los años, no el sentimiento que lo define. En nuestro país se los homenajea con visitas con flores a los cementerios, con misas por nuestros familiares, y varía de acuerdo a las provincias y sus tradiciones.
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), reconoce este día como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad desde el 7 de noviembre del año 2003, con el objetivo de generar mayor valor y prevalencia en la festividad.
Sus orígenes.
Esta celebración del Día los Fieles Difuntos (como también se llama), tiene antiguos orígenes. Ya anterior a la colonización de España a México: los registros datan la existencia de culturas como la totonaca, méxica, purépecha, y maya. Viene celebrándose desde la época precauauhtémica, cuando se rendía tributo a la muerte en la última semana de octubre, llegando a los primeros días de noviembre.
La muerte, en sus orígenes, era concebida como el inicio del viaje hacia el Mictlán (el proceso donde el alma de la persona fallecida pasa por distintos obstáculos hasta llegar al señor y la señora de los muertos).
En nuestro país en las provincias de Tucumán, Jujuy y Formosa, se dio asueto administrativo y escolar, este miércoles, en el marco de conmemoraciones encabezadas por la Iglesia Católica, el Día de los Fieles Difuntos.
