Por seguro que nunca alcanzarán los espacios para dedicarle a Nelly Omar, quien es una de las glorias vivas de nuestro barrio y que junto a la familia Anconetani, entre muchos otros hasta podríamos decir sin exagerar por cierto, que son el estandarte cultural de los barrios de Chacarita y Colegiales, un emblema hermoso, a quienes jamás serán suficientes los homenajes que se pueden realizar.
Recientemente fue noticia en los medios que algunas veces parece que esperan los hechos desagradables para recordar que semejante gloria nos regala y nos engalardona con su presencia pero, lo que es más, Nelly Omar y los Anconetani, también caminan nuestras calles, también alguna vez salen de paseo por nuestros barrio y para nosotros, como medio de comunicación, como un puente entre el vecino y la cotidianeidad, nos enorgullece que alguna vez se diga que tremendas figuras son vecinos de Chacarita y Colegiales.
Admiración o devoción aparte –las cuales nunca serán suficientes- los diarios trajeron la ingrata noticia de la fractura de un brazo de la eximia artista siendo operada con el mayor de los éxitos esperados estando en pleno estado de recuperación.
“Nilda Elvira Vattuone —conocida posteriormente como Nelly Omar— nació el 10 de septiembre de 1911 en la estancia «La Atrevida», del pueblo Bonifacio, partido de Guaminí, en la provincia de Buenos Aires. Hija del capataz genovés Marcos Vattuone y Salustiana Pesoa, tuvo otros nueve hermanos (cuatro mujeres y cinco varones). En 1918, su padre —que ejecutaba la guitarra— fue uno de los organizadores de la presentación del dúo José Razzano-Carlos Gardel, que se llevaba a cabo en el Teatro del Pueblo. También se encargó de la venta de entradas y, tras la representación, Nilda conoció a Gardel, de quien comentó: «Desde ese día sigo y seguiré transitando por la huella que nos dejó nuestro querido y admirado Zorzal» agregando luego el reconocido portal Wikipedia que (…) “A la muerte tempranera de su padre, la familia Vattuone debe trasladarse a nuestra Ciudad donde debió desempeñarse en una fábrica textil desde los 12 años para colaborar con la manutención del hogar. Para aquel momento ya había estudiado arte escénico, música y danzas”
Estudios que le valieron forjarse una carrera artística llena de luminosas estrellas que allí en el firmamento y que también en las horas nocturnas, le rinden el tributo que merece.
Nelly Omar, cantora nacional como ella misma se define, Nelly Omar ciudadana ilustre como se la designara no hace mucho tiempo atrás, festejó sus cien años como sólo ella puede hacerlo, cantando, emocionando a todos los que la admiramos, se inició artísticamenete en nuestro Colegiales y a escasos metros del cruce de las avenidas Federico Lacroze y Alvarez Thomas, avenida ésta que al momento de la redacción de esta nota separa de un lado y del otro a las comunas 15 y 13.
“Mientras su familia padecía algunas penurias económicas, Omar comenzó a realizar actuaciones en su escuela de Palomar y diversas presentaciones en el cine Argos, que se hallaba en la calle Federico Lacroze. También participó en un festival para recaudar fondos para el Club Colegiales y al tener relevante repercusión, fue contratada por el propietario del cine ya mencionado”
Este fue el puntapié inicial de quien es la sobreviviente de grandes artistas de la escena nacional y que, como si fuese poco, pelearon por los derechos de género demostrando que las condiciones artísticas nada tienen que ver con lo masculino o lo femenino.
El 4 de enero de 2012 fue ingresada en el Instituto Dupuytren tras sufrir un accidente doméstico que le originó una fractura en su brazo izquierdo, por la cual debió ser intervenida quirúrgicamente dos días después.
Ahora con sus cien años sigue cantando en su casa o en donde la inviten. Permanece ofreciendo su voz y su canto al éter que jamás la abandonará.
Muchos espacios serían necesarios para rendirle nuestro homenaje a esta vecina de Colegiales. Ninguno podría dar por terminado tan merecido reconocimiento.
“Me gustaría volver a enamorarme. Lo más lindo que hay es enamorarse. Quisiera estar con alguien que tenga el suficiente amor como para ir compartiendo si voy cayendo. Yo no creo que eso sea pedir mucho, ¿no?… No tengo familia ya, sólo amigos, pero la música me da buenos pensamientos, me libera de la angustia. Si canto, ahí sí soy feliz”, expresó en un reportaje que le hizo el diario Clarín no hace mucho tiempo atrás.
Palabras que pintan al óleo a nuestra vecina de Colegiales, a la cantora nacional como ella misma prefiere titularse. Y a modo de conclusión, queremos decir que nos alegra y nos endulza el alma, que se esté reponiendo como no se podía esperar de otra forma y que según las palabras de lo médicos que la atienden, Nelly Omar tiene un corazón que anda tan a la perfección como ella misma es.
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