La expresión “Sangre de su Sangre” a ROSARIO VERA PEÑALOZA la define en forma estricta y cabal.
Nos informa el portal Wikipedia: “Nacida en Atiles, a 9 km de Malanzán, en la Costa Alta de los Llanos de la Rioja, el 25 de diciembre de 1873, hija de Eloy Vera Pereyra y de Mercedes Peñaloza y Jauregui, era nieta paterna de Francisco Nicolás Vera y Herrera, los cuales eran miembros de una prestigiosa y extensa familia de hacendados”
Su apellido la identifica por lazos de sangre con ese gran caudillo Ángel Vicente Peñaloza y como éste, Rosario Vera dejaría marcada la huella inconfundible de una realizadora, de una persona que por méritos propios quedó para los tiempos en la historia del paso de los argentinos y demás.
Quedó huérfana de padre a los 10 años de edad, y su madre falleció pocos años después y sin embargo esta desgracia que destrozaría el espíritu de cualquier, en ella la fortaleció y que en su vida futura volcaría a su quehacer docente.
De un espíritu inquieto sus realizaciones se fueron sucediendo una tras otra; en 1900 fundó el Jardín de infantes anexo a la Escuela Normal de La Rioja, el primero de una larga serie de Jardines fundados en las ciudades de Buenos Aires, Córdoba y Paraná.
En 1906 fue vice directora de la Escuela Normal de La Rioja, ocupando el mismo cargo en la Escuela Provincial «Alberdi» de Córdoba en 1907. Directora de la Escuela Normal Nº1 de Buenos Aires entre 1912 y 1917, sustituía a cualquier profesor que faltaba.
Fue nombrada inspectora de las escuelas municipales. Dictó cátedras de pedagogía y matemáticas en la Escuela Normal «Del Divino Maestro», incorporada al profesorado de Lenguas Vivas.
Recorrió Argentina impulsando la enseñanza, dictando cursos y conferencias y transmitiendo las nuevas técnicas en la creación de bibliotecas. Participó también del Primer Congreso Patriótico de Señoras en América del Sud, realizado en mayo de 1910 en Buenos Aires.
En 1931 creó el Museo Argentino en el Instituto Félix F. Bernasconi, basado en la teoría pedagógica de Joaquín V. González: la Geografía como base de toda enseñanza, que, si bien fue resistida por sus pares, fue el motor que impulsó la creación del museo, al cual dedicó 17 años de su vida en forma totalmente desinteresada y altruista.
Hoy 12 de julio de 2013 la comunicadora social Carolina Balmaceda presentó en forma cierta y formal la Comisión de Homenaje a ROSARIO VERA PEÑALOZA a 140 años de quien fuera la gran fundadora de jardines de infantes, Comisión que fue integrada por los no menos ilustres argentinos Miembros de la Comisión Homenaje: Nidia Pagliardini, Mercedes Mayol La Salle, María Saenz Quesada, Marcela Pelanda, Mirta Cobreros, Patricia Simeone, Pablo Tonelli.
Para finalizar solo nos queda afirmar que asi como Cecilia Grierson en el área de la salud quedó en la historia por su magnanimidad, Rosario Vera Peñaloza quedará para siempre en todo aquel que pueda escribir su nombre, pueda identificarse firmando un documento.
Rosario Vera Peñaloza es de aquellos hombres y mujeres que no podrán ser jamás olvidados y que cuando se inaugure un establecimiento educativo su espíritu sobrevolará en él y ella, de un modo u otro, estará presente.