Ahí están los terrenos pertenecientes a los hospitales neurosiquiátricos en la ciudad; ahí también están los internos pero también quienes fueron enterrados en ellos por sus familias que no quisieron hacerse cargo de aquellos que hasta se podrían titular como los emergentes de la locura familiar.
Unos y otros esperan esta suerte de aguafuertes porteña que alguien se haga cargo y que dejen sus miserias partidarias para resolver la crisis de la salud en la ciudad. Espera que quienes hasta haga poco fuera el oficialismo y no resolvió nada a pesar de estar al frente del Ejecutivo porteño durante siete años, hoy no la juegue de Blancanieves exigiéndole al actual Ejecutivo aquello que cuando fueron oficialismo no hicieron.
Allí están ellos, internados y vecinos de Buenos Aires área metropolitana a la espera que las autoridades no los tomen de variable de ajuste transfiriéndoles sus propias responsabilidades en la columna del deber pero jamás en la del haber.
Ahí están, quienes de un lado y del otro del Riachuelo esperan ser atendidos pero también que las autoridades porteñas y bonaerenses asuman sus compromisos y bajo la premisa de los consensos resuelvan aquello que les compete.
Será acaso que los vecinos seguiremos sufriendo la inoperancia ajena y que el los ministros de salud de un lado y del otro del Riachuelo o la General Paz asuman la tarea para la que fueron designados.
“El gobierno de la Ciudad emitió un comunicado donde informa el estado actual del hospital psiquiátrico. Tras la polémica generada en las últimas semanas sobre la situación edilicia y de mantenimiento del Hospital Interdisciplinario Psicoasistencial José Tiburcio Borda, el gobierno porteño afirmó este miércoles que “desde diciembre de 2007 hasta la actualidad, se llevaron adelante obras de infraestructura por un monto de 7.660.000 pesos”. En cuanto al estado de la calefacción en el nosocomio psiquiátrico, el comunicado asegura que “luego de las roturas en la estación principal de gas del hospital en mayo de 2011, los esfuerzos se concentraron en su reparación y en la habilitación de cuatro subestaciones afectadas”.
Unos y otros esperan, todos esperamos, que resuelvan que hacer con los necesitados de salud y ahí están ellos, tal vez llorando, las retrógradas y reaccionarias posiciones del actual Ministerio de Salud porteño que hacen de los distritos de donde habitan los vecinos una causa más importante que la atención sanitaria de los mismos.
Sí, todos esperan. Todos esperamos que aquella lamentable y lastimosa gestión cuando el Dr. Ibarra era Jefe de Gobierno no exija lo que esa gestión no hizo por inoperancia e ineptitud con un Secretario de Salud más lastimoso y lamentable aún.
Sí, en estas aguafuertes porteñas todos esperamos que alguien se haga cargo de los hospitales neurosiquiátricos pero que resuelvan además que hacer con la desmanicomialización que parece que no se quiere debatir.
Unos y otros finalmente deberán asumir responsabilidades y es de esperar que no ocurra como con el paro de subterráneos en la ciudad donde se tiran la pelota mientras nosotros los vecinos, pagamos.
Unos y otros, los vecinos, esperamos que alguien se haga cargo de la salud en el área metropolitana.
“Desde junio de 2011, Metrogas habilitó el suministro de gas para el sistema de calefacción y agua caliente en el pabellón ´Amable Jones´, y progresivamente en los pabellones ‘A’, ‘B’ y paulatinamente en la parte central del pabellón ‘H’” En el comunicado también se detalla que “en el sector donde están internado 180 pacientes hay dispuestos paneles eléctricos y calefactores; se optimizó el sistema de agua caliente, mediante un sistema de aire acondicionado se está colocando calefacción y se están terminando las obras en los baños. Los pacientes cuentan con agua caliente por sistema de termotanques”, dice el oficio público porteño en cuanto al estado del hospital Borda.
Todos esperamos que los políticos sean dirigentes en realidad y no meros “barras bravas” del desconcierto…