Toda centuria conlleva sus propios condicionamientos que arrastra de siglos anteriores y se proyecta hacia las futuras décadas aún por llegar.
El Siglo XIX no fue la excepción. Para nada.
Fueron cien años marcados por las confrontaciones, por la adversidad convertida en un enfrentamiento sin cuartel donde se moría o se vivía según las distintas circunstancias que eran dadas.
El Siglo XIX estaba llamado a repetir la historia en la que triunfaba el más poderoso siendo triturado tantas veces el perdedor: uno de los grandes perdedores fue quien luego serían llamados los «afro-argentinos», la inmigración interoceánica (desde Africa a Sudamerica) que eran cazados en sus lugares de origen por los traficantes de carne humana y traídos a América para servir al amo como esclavo.
No cabe duda que fueron cien años en el cual pasó de todo.
No sólo fue el Dr. Carlos Malbrán quien pasaría a ser una de las grandes personalidades en el mundo sanitario y de la salud. Así como el Siglo XX se destacaron los doctores Favaloro, Esteban Maradona, Ramón Carrillo, entre muchos otros entregando su mensaje hipocrático en función de las necesidades generales, el siglo anterior también estuvo signado por otros galenos inolvidables que hoy precisamente son reconocidos por su nombre en los hospitales porteños y no fue sino por el esfuerzo en un país donde estaba todo por hacer.
Desde los años 1860 hacia finales del Siglo XIX la actual Ciudad de Buenos Aires conocería cuantiosas epidemias que hacían estragos en aquella población; enfermedades que tantas oportunidades se daba en los conventillos superpoblados de aquellos que llegaban al país desde su Italia natal, de España, Polonia e inimaginables lugares de Europa que venían a probar suerte a la espera de paz y progreso.
Leemos el portal wikipedia que nos ilustra sobre algunos datos de este noble médico: » Carlos Gregorio del Carmen Malbrán nació en 1862 en Andalgalá, provincia de Catamarca, hijo de Manuel Francisco Malbrán Recalde y de su segunda esposa, Carlota Figueroa.
Estudió en la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires y en 1882 comenzó a trabajar en medicina interna en la misma ciudad. Fue practicante del Hospital San Roque entre 1883 y 1886, y aún sin doctorarse, en diciembre de ese año fue enviado por el gobierno nacional para ayudar a combatir un brote de cólera en la provincia de Mendoza y estudiar la enfermedad. En 1887 se doctoró con una tesis sobre la Patogenia del cólera, que sería publicada y le garantizaría temprana fama (…) Para esa época la teoría microbiana de Louis Pasteur había sido aceptada y avanzaban los conocimientos sobre las infecciones bacterianas, los mecanismos para combatirla y el reconocimiento de su importancia para la actividad sanitaria. En la Argentina sería Malbrán el encargado de difundir la nueva teoría y práctica desde su cátedra y la actividad pública»
Con toda justicia los argentinos podemos sentirnos orgullosos que exista el Instituto Malbrán en la Avenida Veléz Sarfield en La Boca y no a muchas cuadras del barrio en emergencia social 1.11.14, mal llamado villa miseria.
Y, sin embargo, el Dr. Malbrán sumaría su aporte a tantos otras celebridades como los Doctores Muñiz, Pirovano, Roque Perez, Argerich, quienes trabajaron sin descanso en aquellos tiempos de la epidemia que azotó la ciudad en 1871, cuando murió Buenos Aires…
Publicado en nuestro portal 30.07.2018