Investigadores del Laboratorio de Aracnología del Centro de Estudios Parasitológicos y de Vectores (CEPAVE) avanzan en proyectos de vinculación ciudadana. Tras el éxito de la app ¿Es araña o escorpión?, buscan brindar talleres de capacitación para fomentar la participación y apropiación social de la ciencia.
Marianela Ríos (Agencia CTyS-UNLaM) – Ante la aparición de una roncha en el cuerpo seguida de ardor, la pregunta es inevitable: ¿qué me picó?. Los responsables pueden ser varios, pero las sospechas suelen recaer sobre los mosquitos o, en algunos casos, los arácnidos. La sola presencia de estos últimos suele incomodar y aunque todos tienen veneno, son muy pocos los que pueden llegar a causar un daño realmente severo.
Para difundir estos conocimientos y ayudar a la ciudadanía a identificar las arañas y escorpiones que puedan encontrarse en domicilios y su peligrosidad, investigadores del Laboratorio de Aracnología del Centro de Estudios Parasitológicos y de Vectores (CEPAVE-UNLP-CONICET) buscan brindar una serie de capacitaciones destinadas a la población.
“Lo que queremos es fomentar la participación ciudadana. El objetivo de estos talleres es que la gente pueda aprender a diferenciar especies de importancia sanitaria de las que no, para que puedan abordar las medidas de prevención y evitar los accidentes graves”, destacó Alda González, directora del Laboratorio de Aracnología, en diálogo con Agencia CTyS-UNLaM.
El factor clave del proyecto es la vinculación. Para la investigadora del CONICET, es fundamental que “la ciudadanía se convierta en multiplicadora del conocimiento”. “De esta manera, lo que intentamos hacer es promover la apropiación social de la ciencia, que es lo que nos importa, que las personas participen activamente”, insistió.
En agosto de 2023, el equipo de investigadores fue uno de los ganadores de la convocatoria «Fortalecimiento y promoción de proyectos de Ciencia Ciudadana» por el desarrollo de la app ¿Es araña o escorpión?. Gracias a ese subsidio, podrán implementar estas capacitaciones para “ir al territorio”. “Pensamos que podrían hacerse en escuelas, con docentes, padres y madres interesados o en puestos sanitarios, para tener un contacto directo”, precisó.
Información al alcance de una foto
La aplicación ¿Es araña o escorpión? es el proyecto que funcionó como antesala a la iniciativa de las capacitaciones. Fue creada en 2017 con el objetivo de asistir a la población ante el encuentro con un arácnido y la imposibilidad de poder capturarlo y llevarlo a un hospital, como se recomienda en el caso de una picadura.
Los pasos son fáciles: se ingresa a la app, se responde a la pregunta de si hubo una picadura o no y se saca la foto de la especie en cuestión. Luego, el chat queda habilitado para el intercambio con los especialistas del CEPAVE. La aplicación funciona para celulares con sistema Android y se puede descargar solo dentro del territorio nacional, aunque una vez instalada se puede abrir desde cualquier parte del mundo.
“La fuimos ampliando de acuerdo a las inquietudes de la ciudadanía. La principal era si el animal era de importancia sanitaria o no, pero después nos dimos cuenta que pedían más información sobre datos de biología, hábitat y época de apariciones, entre otros. También comprende un catálogo fotográfico dividido en arañas y escorpiones”, detalló.
El Laboratorio recibe alrededor de 30 consultas por día de todas partes del territorio argentino y de países como México, Paraguay, Uruguay, Brasil y España. “La ventaja es doble porque el ciudadano tiene una comunicación directa con el científico y nosotros obtenemos datos que resultan beneficiosos para nuestras investigaciones, y en algunos casos se concretaron en papers publicados”, reconoció.
Fue gracias a una de las consultas que los investigadores descubrieron una nueva cita de araña, de la que no se tenía registro en Argentina. “Nos llegó la foto desde Mendoza y un grupo de investigadores de esa provincia fueron a la casa de la persona que nos había contactado y se generaron nuevos registros. Así que el enriquecimiento es mutuo”, relató.
Derribando mitos
Uno de los comentarios que suele repetirse sobre los arácnidos es que duplican su cantidad en el verano. Sin embargo, aclaró González, esto no es cierto. Lo que realmente ocurre es que estas especies son más activas con el calor y salen a buscar a sus presas, lo que hace que el encuentro sea mucho más frecuente.
“Por lo general, todo animal que tiene veneno es más activo con las altas temperaturas. Todos los arácnidos tienen veneno porque es lo que utilizan para paralizar a su presa, licuar el tejido y luego succionar. Pero es importante remarcar que no siempre el veneno es gravemente perjudicial para el ser humano, son pocas las especies que tienen veneno s que representa un peligro”, explicó.
En Argentina, hay tres géneros de arañas de interés toxicológico: Latrodectus sp. (Viuda Negra), muy fáciles de identificar por su coloración negra con alguna parte en rojo; Loxosceles sp. (Araña de los cuadros) de coloración marrón, también conocida como “araña violín”, por la similitud a la figura de este instrumento musical en su cefalotórax; y Phoneutria sp. (Araña del banano), de gran tamaño y coloración marrón grisácea a amarillenta.
En cuanto a escorpiones, solo el género Tityus es de importancia sanitaria en Argentina con tres especies (Tityus carrilloi, Tityus bahiensis y Tityus confluens) y, en general, son muy pocos los accidentes que pueden llevar a cuadros graves. Sólo el cuatro por ciento de las especies de escorpiones de nuestro país se las podría considerar peligrosas.
A pesar de ser de denuncia obligatoria, no hay registros actualizados de accidentes por picaduras de arácnidos debido a que la gente no lo hace o porque en las instituciones sanitarias no se realiza el registro. “Por esto es que los números que existen no son exactos”, lamentó.
Por último, señaló que las provincias donde hay más casos de picaduras son La Rioja, Catamarca, Mendoza, Tucumán y derribó un último mito: “Como recomendación, lo importante es evitar que el arácnido entre al domicilio, porque hay algo que hay que dejar bien en claro y es que si te pican es por defensa, los arácnidos nunca van a atacar”.
Recomendaciones
· Poner burletes en las puertas y ventanas.
· Colocar mosquiteros en las rejillas y bajadas de las cañerías y desagües.
· Dentro de la propiedad, evitar tener zócalos separados de las paredes, grietas o lugares donde se puedan esconder.
· Fuera de la propiedad, evitar el acúmulo de escombros de leñas, piedras, etc. que puedan usarlo de refugio.
· Remover escombros y material de depósito con guantes gruesos.
· Controlar cámaras subterráneas, cañerías, sótanos, huecos de ascensor y oquedades de las paredes.
· Reparar grietas en pisos, paredes y techos.
FUENTE Agencia CTyS-UNLaM.