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La ciudad ha venido presentando diversos cambios urbanos que nos dicen en forma clara que ha comenzado una nueva época en su devenir permanente. Desde aquellos tiempos en que se retiraban las empresas productoras de servicios o almacenamiento en comestibles a esta nueva etapa de negocios gastronómicos sumándose las productoras independientes, parece que de algúna manera nos están hablando de una conjunción entre aquel Palermo con éste. Aquel barrio inmensa rico en el paso del tiempo y con una población que pasaba fácilmente los sesenta años al actual en que las calles de Palermo viejo se inunda de entrépidos jóvenes con sus sueños a cuesta y en la espalda tantas veces, nos dicen que el actual se une con el de ayer por los negocios gastronómicos pero ha cambiado en su presentación.
Es como si a algún producto se lo ofrece con estuche nuevo: parecerá distinto pero en su esencia será bastante parecida. Y está bien que así sea.
En nuestro barrio de Colegiales pasa algo parecido. Aquellos antiguos vecinos ya no están: han emprendido hacia otros horizontes, dejado sus actividades o disminuyéndolas, mudándose de zonas –lo que significa comenzar de nuevo-, pero también se da producto de la demencial división en comunas en la que los próceres de la legislatura porteña comenzaron a decretar su certificado de disfunción.
¿Le habrá llegado al Sr. Roy Cortina la firme petición de vecinos e instituciones barriales testimoniando con su firma que era imprudente sumarla a Belgrano y Nuñez o directamente le importó un rábano la voz de los vecinos?
De una u otra manera, Colegiales resignó su antigua y fundamentada unidad producto de hechos comunes con su hermano barrio de Chacarita y por obra de los próceres mencionados terminó siendo la parte de atrás dela Comuna13.
A esto se suma la creciente inversión en la construcción de edificios en altura y que también nos hablan de un Colegiales antes y un después.
Incluso, el cierre de comercios tradicionales comola InmobiliariaAlemannoy el fallecimiento de permanentes gestores de hechos vecinales, también en en este caso nos dice que ha comenzado una nueva época en el barrio.
¿Qué será de este barrio encorsetado en cada vez cuadrículas? ¡Si hasta la adyacencia de Céspedes con Conde quieren unirla a Belgrano cuando nítidamente o en forma indiscutible pertenece a Colegiales!
¿Está llamado a desaparecer nuestro barrio de Colegiales con edificaciones de pocos pisos?
Quizás aquel Colegiales y éste Colegiales, a diferencia de Palermo viejo, le falten hechos para imponerse como barrio independiente al de Belgrano o al pujante Palermo con sus cambios a la vista.
De todos modos hoy por hoy poco y nada se pueda afirmar con certeza. Pero de lo que estamos seguros es que comenzó una nueva época y que hay que adaptarse a ella.
¿Cómo? No lo sabemos aún… es una incógnita…
Imagen: gentileza de www.ingenieraagronomasusana.blogspot.com
