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Sin lugar a duda alguna sila Ciudadtiene un acontecimiento que la caracteriza este es la Feriadel Libro que año a año con su lema del autor al lector viene deleitándonos a los porteños. Quienes somos asiduos concurrentes comprobamos que entre sus virtudes una se destaca cuales la de un paseo familiar además.
Padres con hijos, mujeres con sus vástagos y también por qué no decirlos, los padres tal vez separados del hogar común los llevan a conocer el Gran Evento Porteño. Si, así, con mayúsculas.
El portal www.clarin.com con la firma de María Rosa Bouzón ejemplifica la jornada inicial de la siguiente forma:
“Los pasillos de la Feria son ya de por sí, ruidosos. Pero la Noche de la Ciudad en la Feria, organizada por el Ministerio de Cultura de la Ciudad, hizo que no hubiera rincón silencioso en los 45.000 m2 del predio de La Rural”
Literalmente –para ponernos en clima con el suceso- es estrictamente cierto lo expresado por la colega.
Caminar por esos pasillos es respirar cultura; es encontrarse con nuestras queridas colectividades ya sean las de Corea, Italia, Israel, España, como las de nuestro subcontinente latinoamericano, que con la cordialidad que los caracteriza nos hacen pasar un momento de alimento espiritual.
“La tarde empezó movida a las 19 con el recital en Plaza Italia de Pedro Aznar, quien homenajeó a Luis Alberto Spinetta. Los miles de asistentes intentaron copiar el tono de voz del “Flaco” en uno de los momentos más emotivos de la presentación, cuando Aznar cantó “Seguir viviendo sin tu amor”. A partir de las 21, cuando la entrada ya era libre y gratuita, las puertas del predio de La Rural y sobre todo el túnel que comunica el Pabellón Ocre con el resto de los pabellones, se colmaron de un flujo continuo de visitantes, que atraídos por la gratuidad de la entrada y las firmas de autores en los stands, contribuyeron a convertir los laberínticos pasillos casi en intransitables”, agrega la periodista citada con una veracidad digna de destacar.
Autores de imperdibles textos; Editoriales que son la cara de una Buenos Aires siempre ávida de alimento intelectual se dan cita todos los años para encontrarse y reencontrarse con todos sus valores.
Y como siempre, ya es una Institución más que una costumbre, las famosas charlas y que el portal mencionado más arriba expresa así: “Otros aprovecharon las charlas, una de las atracciones que habitualmente ofrece la Feria. “Está muy bien armada y me sorprendió. Vinimos a ver a Pilar Sordo, nos gustó mucho la disertación, y ahora estamos recorriendo. La Feria está más llena que en otros momentos”, observó Eduardo Martínez. Finalmente, los que pudieron concentrarse entre tanto color y ruido, se refugiaron en los libros”
Hacemos votos para que este tipo de sucesos se repitan o que se inventen otros como La Nochede los Museos porque, de un modo u otro, son uno de los rostros y de los valores que los porteños debemos atesorar y de ningún modo perder.
