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Chapadmalal es la sede elegida para realizar la 15º edición del Festival y Congreso Latinoamericano: «Una puerta a la libertad. No al manicomio».
Serán más de 40 delegaciones de todo el país. con la participación de otros países vecinos. Será una semana de talleres, charlas y la puesta en escena de obras propias, que se exhibirán en teatros de Mar del Plata.
Del 18 al 24 de octubre, tendrá lugar en el Complejo Turístico de Chapadmalal, que cedió el Ministerio de Turismo y Deportes de la Nación. Alberto Sava, es el Presidente de la Ped de Arte y Salud Mental que funciona desde 1984 y quien organiza el festival.
Dueño de estos conceptos y realizador de sueños, nos remite a Una realidad : concreta. Sin artilugios. «No existe en el mundo un festival de artistas locos. El 70% de quienes prticipen deben ser usuarios internados o ambulatorios de hospitales públicos.
El Objetivo: reunir a todos los Hospitales de Salud Mental de Hospitales Generales y Centros de Salud Mental oficiales y comunitarios que tengan al Arte como práctica y que estén comprometidos ideológicamente con los procesos de desmanicomialización.»
De 3 de la tarde y hasta las 11 de la noche, con entrada libre y gratuita, nos ceden gratuitamente las instalaciones del Auditorium de Mar del Plata.
Son alrededor de 600 personas que se alojarán en el complejo de Chapadmalal y son usuarias de servicios de salud mental. Los talleres tendrán lugar allí, entre las 10 y las 12,30 de la mañana y este año versará sobre «el arte del mimo». Trabajamos para que los usuarios sean los participantes.
Cada delegación viene trabajando obras de teatro, música, circo, plástica, danza o video que se estrenará en el Festival.
Hoy en el marco del Día Mundial y Nacional de la Salud Mental, mucho para conmemorar y cambiar… el INADI, el Observatorio de la Discriminación en Medios de Comunicación del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo advirtió que prevalece una mirada discriminatoria, estigmatizante y anticuada en coberturas periodísticas.
En estos dos años de pandemia, con crisis personales, pérdidas, una guerra que amenaza extenderse, crisis y recesión. Vacunación: nuevos nombres y técnicas de testeo que incorporamos y un cocktail de desmesura en la palabra de odio, resentimiento, contener este avance sin que nos llegue de alguna manera, genera al menos una palabra: estrés. Y otra, tratamiento. Unidas a una tercera, que descalifica: tratamiento o terapia. Poner el acento en estos cambios da un panorama por lo menos preocupante. Atravesamos cambios que nos superan muchas veces, la incertidumbre del día a día deja huellas. Las palabras cómo: fobias, trastornos mentales, ataques de pánico, esquizofrenia son de uso común. Y viene la estigmatización: «es psiquiátrico» sin mediar otra mirada, como dedo que acusa. Contestamos: «Quien esté libre de pecado que tire la primera piedra…»,
y la nave va.
Nuestra salud mental como sociedad retrocedió. El encierro y la cuarentena hicieron lo suyo, las limitaciones socioeconómicas, familiares que vivimos nos ponen en un lugar de gran exposición y debilidad ante un «afuera» que vemos peligroso a un interno, que no está íntegro, predispuesto, como múltiples causales de un malestar que se indican en conductas límite: violencia verbal/ de género/ social.
El doctor Patricio Rey (medico pediatra del Hospital de Clínicas) comentó : «estamos viendo cómo se incrementan las consultas sobre salud mental con las reapertura de las actividades en busca de apoyo profesional.
Las poblaciones mas vulnerables durante la pandemia han sido adolescentes y niños. A nivel mundial se incremento la patología mental en adolescentes, sobre todo trastornos de ansiedad, adicciones, incremento de autolesiones, ideas y actos suicidas.
La población adolescente es la mas golpeada de todas. Asimismo, jóvenes y adultos, entre 18 y 65 años , se vieron mas afectados frente a situaciones de inestabilidad laboral y pérdidas de seres queridos.
Debido a la pandemia sufrida fueron disminuyendo las consultas de control; ésto llevó a un aumento en la morbilidad en causas relacionadas con la salud mental. El Dr. Rey sostiene que muchos pacientes dejaron las terapias incluyendo la medicación. Con el resultado previsto, de agravar su diagnóstico. Más allá de estos se sumaron nuevas patologías, donde la incertidumbre que se incrementó en torno al virus, como por las restricciones de vínculos sociales/afectivos y problemas económicos. Observamos, destaca Rey, un cuadro de estreés postraumático crónico, ya que la pandemia sigue y su riesgo está latente, mientras que se mantienen las problemáticas socioeconómicas. «Los que tienen que volver a su vida habitual desarrollan toda una cuestión de ansiedad, estreés con dificultades a la hora de enfrentar la nueva vida post pandemia. Existe mucho miedo a contagiarse», señala, y manifestó: Aún no sabemos que secuelas quedan en la población a largo plazo pero en promedio un tratamiento de salud mental que es tanto psicoterapéutico como psicofarmacológico; puede extenderse entre 2 y 4 años.»
La ansiedad también se incrementó a través de problemas de sueño: insomnio, la conciliación o su mantenimiento. Los trastornos por ansiedad han aumentado, quienes lo padecen vieron empeorar sus cuadros y mucha gente lo experimentó por primera vez. Aquellos que descuidaron su tratamiento con psicofármacos vieron exacerbados sus cuadros. Se ven más caso de adicciones en nuestro país, como el alcoholismo, tabaquismo, cannabis, cocaína y drogas en general.
Los patrones en adicciones aumentaron, repasó. Más allá que en Argentina hasta el momento, el suicidio no es una de las principales problemáticas, afirmó que lo es en países más golpeados: Alemania, Estados Unidos, Inglaterra y diversos países de Europa donde la cifra se duplicó.
El Dr. Rey advirtió que se ven las secuelas en aquellos que atravesaron intervenciones y cuadros graves- tanto trastornos cerebrovasculares, cognitivos, o afecciones- como: estabilidad emocional, estreés, irritabilidad y dificultad de manejo de estreés, entre otras. Mientras en aquellos que pasaron por cuadros mas leves se ve miedo, ansiedad anticipatoria, depresión y problemas para volver a la vida habitual.
Rey continúa: existe un porcentaje alto de la población que sufre depresión pero no pasa por el hospital, y que desconoce su diagnóstico, como consecuencia el cuadro se va acentuando, se va notando un desmejoramiento en sus funciones afectivas y laborales. También que termine con afecciones asociadas al cuadro de depresión ansiosa. Los pacientes terminan asistiendo a una consulta en dos o tres instancias, cuando empiezan a surgir patologías o las mismas se acentúan.»
Reducir el estigma es posible.
Son comunes las conductas discriminatorias hacia las personas que padezcan problemas de salud mental, y esto es arrastrado por ignorancias arraigadas en el imaginario popular. Cambiando el paradigma, la Organización Panamericana de la Salud (OPS): «Cuándo más hablamos sobre nuestra salud mental, más nos acercamos a reducir el estigma.»
Por lo mismo se invita a contar las historias o experiencias a través de Redes Sociales, junto con el hashtag #HazTuParte.
La Campaña de la OPS es crucial para entender masivamente que cualquiera puede enfrentarse a un problema de salud mental en algún momento de su vida, y esto no es razón para bloquear nuestros objetivos, sueños y metas en la vida, dijo al respecto la profesora Sahar Vásquez, quien vivió de primera mano una condición de salud mental, y hoy es miembro de la Comisión de Alto Nivel sobre Salud Mental y Covid-19 de la OPS.
Desde la misma organización, aprovecharon la fecha y destacar «que recuperarse de los problemas de salud mental es posible para la mayoría de las personas si reciben la atención necesaria.» Para esto, los profesionales de la salud deben asegurar un entorno seguro brindando una atención de calidad INCLUSIVA y SIN ETIQUETAS.
