En homenaje al escritor Florencio Sánchez, que les creó el apodo «canillitas», a los chicos que repartían los diarios a partir del momento que los diarios salían a la venta a la calle por la mitad de su valor. El 1º de enero de 1898 el diario La República comenzó su distribución.
La República, el nuevo diario había sido creado por Lisandro de la Torre, abogado, escritor y político, de signo radical, salió de su seno para crear el Partido Demócrata Progresista. Como forma de protesta por la corrupción imperante, -era la década infame-. Saliendo del Club del Progreso, Lisandro de la Torre se suicidó, no sin antes advertir a su cochero, que oyera lo que oyese, lo llevara a su casa. El resto es conocido.
La República y su aparición fue celebrada, festejada y traía una novedad. También se repartía en las calles por niños, que voceaban: «¡La República a medio peso!». La forma tradicional era la comercialización por suscripción o la compra directa en las imprentas que lo producían.
Volviendo al dramaturgo Florencio Sánchez, su obra : «Canillita» representaba a los niños que vendían periódicos en la calle. Él mismo dirigió la obra, que visualizaba el trabajo esclavo de los niños, que ofrecían su mercancía, mal vestidos, muchas veces descalzos y en cualquier época del año.
Los «canillitas», representaban las piernas desnudas o «canillas» flacas de esos chicos. Y así se instaló el nombre en nuestra sociedad.
Pasaron 37 años hasta que, en 1947 se instauró el Día del Canillita, en homenaje a Florencio Sánchez.
Hoy a lo largo de los años y la historia, el diario en papel, es cada vez menos requerido, por la impronta y rapidez, inmediatez en las redes sociales. Y ya estamos entrando en un tema también a tratar, hasta dónde es necesario el papel si hay otras formas, y se cuida el medio ambiente, se evita la tala y se cuida la tierra… Siempre que ocurra claro está.
Hoy no se editan diarios. Es día de descanso de los «canillitas», tengan la edad que tengan. Los trabajadores de kioskos de diarios y revistas tienen su día de descanso. Y es gracias a un uruguayo, que los visibilizó : Florencio Sánchez. Por sus ideas anarquistas había emigrado a nuestro país. Periodista y escritor, nos dejó su obra donde el protagonista es el hombre y su inserción social, su progreso. M´hijo el dotor´es una de sus tantas postales de aquellos años, obra que también dirigía. Corría el año 1903. El mismo año dio a conocer el sainete «Canillita». Lo lanzó a la popularidad y el término se viralizó. Con su contenido.
Hay música en el aire, en este día, un tango que evoca a los «canillitas» nos acompaña.
Para vos, canilla.
Tango: Música de Horacio Quintana
Letra de Julio Martín
Manos laburantes
moldearon tu arcilla,
mezcla milagrera de
obrera y gorrión,
quien nace diariero
morirá canilla,
cumpliendo en la vida
la ley del pregón.
Por vos Buenos Aires
se despierta al alba,
colgando en el aire
sus trapos al sol,
sos el estribillo de un
tango que arranca
allá entre las teclas de
una redacción.
Canilla
quien peina canas
diarieras
habrá soñao cien
quimeras
que el tiempo hizo mil
astillas.
Canilla
peleando la vida a gritos
ganaste un kilo de
amigos
que tu parada
acaudilla.
Hermano
la noche me dio un
barato
pa´e star en tu esquina
un rato
y evocar con tu
pregón
una leyenda sencilla
que cuenta como a un
canilla
la vida lo hizo
gorrión.
Pegao a tu silbo anda
siempre un tango,
hijo de la noche que
se arrima a vos,
porque sabe en fija
que tiene un amigo
en todos los sitios
donde hay un pregón.
Desde La Chacrita de los Colegiales les mandamos un abrazo a los que conocimos, allá en Álvarez Thomas y Federico Lacroze, mano de El Argos, y otros, allá en San Telmo, como una postal que canta en la voz y el blanco bandoneón de Rubén Juárez.