Escribe Maria Britos
En esta nueva Conmemoración y Homenaje a las mujeres obreras textiles que fueron incineradas en 1908 en Boston, la represalia más inhumana por pedir aumento de sueldo, mejores condiciones de trabajo y reducción de las mismas, no olvidemos que también trabajaban niños y niñas, acción que generó el levantamiento de los demás talleres y el comienzo de una nueva lucha, por dignificar el trabajo que las mujeres llevaban a cabo.
Ya desde tiempos inmemoriales el trabajo hecho por mujeres se depreciaba al lado de igual trabajo de un varón, y si se consideraba que la mujer podía hacerlo. Sobre todo en el pensamiento, las artes de la medicina y el saber todo.
Desde Hypatías y la Magna Grecia, hasta la fecha mucha mujer, miles de hermanas y compañeras han sembrado el mundo con sus vidas, ante la impasible mirada del poderoso, señor de vidas y haciendas. Desde el derecho de pernada, la caza de brujas, la Santa Inquisición mediante, que de santa nada y menos de humana la quema de mujeres, nos llama a reflexionar hoy más que nunca que tiempo es el que estamos viviendo. En todos los continentes. , hoy que los femicidios de jóvenes, (pueden ser nuestras hijas o nietas) duplican un alerta rojo que se enciende más que nunca. Recrudece el odio de género, clase o raza. Es por esto que no podemos festejar Nuestro Día. Más aún en estos tiempos que la horda aparece como símbolo de retroceso, la acción y reflexión nos une más que nunca.
No es ni puede ser feliz día; los femicidios de jóvenes wichís, y su asesinato y violación sean moneda corriente, violencia y que se circunscribe a la zona del hecho y queda allí, como hecho local. Es gracias a las redes que podemos dimensionar cuánta locura homicida está aceptada u ocultada por el hecho de pertenecer a una comunidad ancestral.
Existe el machismo, y el machismo mal entendido, lo que confunde, maltrata, y reincide en tratar a la víctima como victimario hecho por propias mujeres, tan infectadas de dominio ancestral en su adn que no lo borra ninguna facultad de humanidades, ni mucho menos el llegar a formar parte en los fueron que dicen impartir Justicia.
Cada una de nosotras Mujeres, hemos vivido historias de maltrato, en el orden familiar (discriminación, abuso), laboral y estudiantil. Y podemos integrar un texto de miles de hojas, iguales y distintas: somos mujeres. Pariremos con dolor. Aunque no callamos y la historia la hemos cambiado no a fuerza de rouge y perfumes ni rosas, estamos aquí Presentes y Conscientes que los cambios no se dan por gracia recibida. Este día es un día para tomar más conciencia y no bajar los brazos, como lo hicieron nuestras mujeres de ayer, centímetro a centímetro ganando un lugar de dignidad e igualdad a cada momento y lucha. En nombre de Todas las Nuestras hoy mañana y siempre: Un mundo digno es posible, sigamos construyéndolo. Abrazos, Mujeres!!!