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El alarido de la exclusión: paco, una adicción que no se detiene

  PACOLa droga, producto del descarte de la cocaína, genera una de las adicciones más violentas y un daño irreversible. La lucha de las madres contra un flagelo que causa unas diez muertes semanales. “La falta de oportunidades mata más que el paco”, aseguraron a INFOnews domingo desde diversas instituciones.

 

No es casualidad que al mismo tiempo que Argentina incorporó a su diccionario las palabras “cacerolazo” y “corralito” haya sumado una peor: “paco”. El descarte de la cocaína que antes iba a parar a las cloacas se empezó a vender por una moneda de $1 en los barrios más humildes de la Capital y el Gran Buenos Aires.

Cuando algunos medios empezaron a tocar el tema mostraban pibes flacos, tirados en la calle, caminando como zombies ante las cámaras de noticieros sensacionalistas. De un lado de la pantalla se veía la miseria humana del otro lado había historias de marginalidad, abandono y pobreza. Había pibes y pibas sin futuro. 

“Empecé a trabajar en con adictos cuando viví en carne propia como a una chica que es mi hermana del corazón se le cortaba su proyecto de vida, era excluida de la sociedad y nadie le daba una oportunidad”, le cuenta a INFOnews Lorena Galos, una de las responsables de “La Vereda de Enfrente”, asociación civil de la villa 21-14 de Barracas dedicada a la prevención y asistencia en adicciones.

Lorena que es operadora terapéutica dice: “nos han hecho creer que el paco te mata en 6 meses y lo que te mata no es el paco sino la falta de oportunidades, la marginalidad, la falta de asistencia de un Estado ausente, el abandono. Eso mata a los pibes”.

¿De qué está hecho el paco?

El “paco” -pasta base de cocaína- se produce con la extracción de ácido sulfúrico y algún solvente como el querosén. En un estudio realizado por la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico (SEDRONAR) se tomaron distintas muestras y se llegó a la conclusión de que contiene “querosén, solventes, virulana, vidrio molido y hasta raticida” y puede estar “cortado con cafeína, con ácido ascórbico, anfetaminas, talco, polvo de vidrio molido”.

Está comprobado que la adicción al paco es más violenta que a otras drogas y que produce lesión en la corteza pre frontal por lo que vuelve a las consumidores más impulsivos.

Las manos y la boca de un adicto al paco seguro están quemadas por las altas temperaturas que alcanzan las pipas de aluminio que se utilizan para fumarlo. Los dientes terminan cayéndose de a poco, el humo obstruye las vías respiratorias y produce expectoración de sangre con altos riesgos de contraer un enfisema y cáncer.

El corazón se ve afectado por la hipertensión y arritmias con riesgo de sufrir infartos masivos. El daño neuronal que provoca en el cerebro es irreversible, ya que el querosén que contiene el paco disuelve la grasa que recubre las neuronas, llegando a presentar episodios convulsivos con riesgos de hemorragias cerebrales.

Según el SEDRONAR la edad de inicio en el consumo de drogas es cada vez más baja. Hasta hace poco pensar en un chico de 9 años como un adicto en recuperación resultaba inadmisible. Hoy es cada día más común.

 

Salir de la adicción

“La adicción es el alarido más fuerte de la exclusión. Los pibes que consumen paco necesitan volarse la cabeza porque no aguantan más la vida”, le dice a INFOnews el sociólogo y ex director del SEDRONAR, Ignacio «Nacho» O’Donnel.

Junto a amigos y colaboradores hace 8 años que O’Donnel sostiene la Asociación Civil Integra que se dedica a la prevención, formación e investigación en adicciones en Mataderos. A la vez es el impulsor del primer Centro de Día del país, “Casa Flores”, para jóvenes afectados por el “paco” en el Bajo Flores. 

“Casa Flores” nació como un proyecto inédito. No había nada parecido en la Argentina. Todos los días “Casa Flores” recibe veinticinco chicos en un régimen ambulatorio.

“Siempre que se habla del ‘paco’ se habla de los daños, los adictos pero no se dice nada de la recuperación. Yo soy un adicto a las drogas en recuperación y creo que la solución es colectiva, de las instituciones y de la sociedad”, afirma O’Donnel. 

En un estudio a nivel nacional realizado por la SEDRONAR las provincias en donde se registra un mayor foco de consumo son Buenos Aires, Chaco, Tierra del Fuego, Santa Cruz, Salta, Jujuy y Santa Fe, mientras que los laboratorios clandestinos se ven en el norte del país, San Luis y Buenos Aires.

En el 2005 un grupo de madres de Villa Lamadrid (Lomas de Zamora) se acercaron al comedor comunitario “Manos Solidarias” para denunciar lo que ocurría con sus hijos que se ausentaban durante dos o tres días de sus casas y volvían semidesnudos y descalzos.

Cuando empezaron a averiguar descubrieron que a pocas cuadras de sus casas había un “kiosco de paco”. Hasta ese momento no sabían lo que era el paco. “Descubrimos que era la droga del aniquilamiento”, le dice Alicia Romero a INFOnews una de las fundadoras de la asociación Madres contra el Paco.

En marzo de 2005 fue la primera gran lucha de las Madres que lograron un allanamiento a la casa donde se vendía paco. Esa experiencia les enseñó que si se juntaban podían lograr resultados. Con el tiempo consiguieron que la problemática de las adicciones pasara de Acción Social a Salud.

“Conseguimos que el chico sea atendido, sea evaluado y si hay que internarlo se lo interne. Ya no tenemos que esperar una semana. Cuando el chico dice que se quiere internar es porque está muy mal y puede llegar a correr peligro su vida”, dice Alicia Romero.

Alicia cuenta que “al principio fue la muerte de los chicos pobres, de las clases bajas de la sociedad, pero ahora está entrando a las capas medias y hasta altas, con chicos que quieren experimentar sin tomar conciencia que luego no podrán salir”.

Los tristes números que manejan las Madres es que se registran unas 10 muertes semanales de chicos con esta adicción. “Eso es oficial” dice Romero “pero pueden ser muchas más, porque hay un número informal al que, por diferentes razones, no tenemos acceso”.

La asunción de Juan Carlos Molina fue “positiva” para las Madres contra el Paco. El cura las visitó en Lomas de Zamora y se puso a su disposición. “Es importante que se trate desde el gobierno nacional la inserción laboral de los chicos recuperados. Nos aseguró que iba a sacar a la SEDRONAR a la calle y por eso estamos trabajando”, dice Romero.

El lunes pasado la presidenta Cristina Fernández anunció que un total de 714 millones de pesos serán destinados a la implementación de 60 Casas Educativas Terapéuticas (CET) en todo el país y otros 1.279 millones se destinarán para 150 Centros Preventivos Locales de las Adicciones (CePLA), en el marco de un programa de inclusión social de personas que atraviesan situaciones problemáticas con las drogas.

Nueva campaña de la SEDRONAR contra el paco

Ese convenio se inscribe en el Programa Recuperar Inclusión, que busca crear y fortalecer recursos integrales para la prevención, atención e inclusión social de personas que atraviesan problemas con las drogas.

“Necesitamos que los pibes sean parte por eso tenemos que articular un trabajo en conjunto y siempre con una mirada positiva, pensando en que hay una solución pero que se logra con Justicia –que el para el pobre siempre es más lenta- y con decisiones políticas”, afirma Alicia Romero.  

Por Ulises Rodríguez

Extraido de infonews del 4 de abril de 2014

Texto e imagenes www.infonews.com

 

 

 

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