Según el portal wikipedia.org los curas villeros “… tienen como antecedente el movimiento de origen francés de curas obreros, en especial la experiencia de curas obreros impulsada a comienzos de la década de 1960, por el obispo de Avellaneda Jerónimo Podestá” y que valga además como un reconocimiento a su figura que legalizó su situación sentimental dejándonos la duda, tal vez irresuelta, si con esa acción no estaría haciendo lo mismo que el Salvador y María Magdalena.
De todos modos, nuestro objetivo en este apartado es otro antes que debatir el punto anterior.
Nuestra fuente agrega a la información antedicha (que) “… el sacerdote Arturo Paoli fundó en 1960 la Cooperativa Fortín Olmos en la localidad de Fortín Olmos, en el norte de la Provincia de Santa Fe. Paoli está considerado como uno de los padres de la Teología de la liberación con libros como Diálogo de la liberación (1969) y ha sido uno de los referentes teológicos del Papa Francisco (…) Estos procesos se desarrollaron en el marco del Concilio Vaticano II (1959-1962) (…) En 1967 se formó el Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo y al año siguiente, un grupo de sacerdotes pertenecientes al movimiento tomaron la decisión de comenzar a vivir en las villas miseria y comprometerse con sus necesidades y sus luchas.
A partir de entonces se inicia en la ciudad de Buenos Aires en particular y en el área metropolitana en general un proceso distinto en el compromiso cristiano hacia el mismo pueblo y que también podría asemejarse a cuando Jesús multiplicó panes y peces en favor de los hambrientos y necesitados.
En un momento de gran convulsión social, tanto sea a nivel nacional o internacional y dentro de la misma Iglesia se inicia un período de gran resurgimiento de las luchas populares que sería la consecuencia del célebre Concilio Vaticano II promovido por el Papa bueno, Juan XXIII, y que es volver a las fuentes de un verdadero cristianismo que hace nacer uno Trascendental en contraposición a la Iglesia Temporal, atada las viejas o caducas estructuras hasta entonces triunfantes.
Este Cristianismo Trascendental atento a las enseñanzas bíblicas se impone la tarea de trabajar como hemos dicho junto a quienes sufren las desigualdades de un mundo para pocos, sufrimiento para los más y la algarabía de las minorías del privilegio.
De este modo nace el Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo origen del actual Movimiento de Curas Villeros y que en nuestra ciudad enarbola la figura de Carlitos Mugica, quien habiendo nacido en una familia sin necesidades promueve un cristianismo para la paz, para solucionar los dramas de la pobreza y las desigualdades sociales.
Mucho ha sido tironeado por distintos extremos pero en síntesis el Padrecito de la Parroquia Cristo Obrero, en la 31 en Retiro, soñaba con un mundo en el cual los pobres y los pueblos fuesen sujeto de la historia y no meramente predicado como proponían las doctrinas gemelas de las que habíamos dado parte en este mismo portal.
El Padrecito no fue comprendido en su prédica de la filosofía del amor, la misma que soñaba el Salvador, en contraposición de un individualismo alienante o de un colectivismo que cercenaba la libertad.