El tema fue planteado ayer en el marco del Congreso Mundial de Salud Mental, que se desarrolla por primera vez en Argentina. Se trata del principal postulado de la nueva ley de Salud Mental, sancionada, pero no reglamentada.
Por:
Gustavo Sarmiento
para tiempo Argentino, 28 de agosto de 2013
Está en condiciones la Argentina de ponerle fin a los manicomios? Ese fue uno de los temas debatidos ayer en la segunda jornada del Congreso Mundial de Salud Mental que se desarrolla por primera vez en el país, en el que participan 5300 especialistas de 65 países.
El interrogante lo planteó Leonardo Gorbacz, autor de Ley Nacional de Salud Mental, sancionada en 2010 y de avanzada a nivel mundial, que lo tiene como uno de sus principales postulados, sustituyéndolos por hospitales generales y otros dispositivos como hospitales de día o casas de medio camino, con atención interdisciplinaria. Sin embargo, especialistas de distintas regiones del país coincidieron ayer en que aún falta para poder llegar a ese objetivo.
Si bien cerca de la mitad de las provincias no tiene manicomios, hoy persisten 54 monovalentes. «Es un proceso complejo para modificar un modelo de encierro. Todavía tenemos un poder judicial conservador», apuntó Gorbacz, hoy secretario ejecutivo de la flamante Comisión Interministerial de Salud Mental y Adicciones.
En Ciudad, por ejemplo, el 90% del presupuesto de Salud Mental sigue destinado a monovalentes: unos 20 mil pesos por interno. Y sólo hay dos casas de medio camino. Río Negro ya tiene veinte.
Un eje es, entonces, a qué se destina el presupuesto vigente. Karina Galbis, psiquiatra del Chaco, pidió por «más casas de medio camino y que el recurso salga de los monovalentes. Si cuando salen los pacientes, los profesionales quedan en el mismo lugar que antes, estamos pensando mal la reforma». En este sentido, sugirieron que en el próximo Plan Federal de Salud Mental se instruya a que el Ministerio de Planificación contemple crear nuevas casas de medio camino, con mano de obra de los propios pacientes.
Esther Jáuregui, especialista en Salud Mental de Río Negro, rechazó la tendencia a la medicalización y los encuadres diagnosticantes (sobre todo en el área infantil) y pidió por «cambios dentro del hospital para transformalo y darle derechos a pacientes olvidados, sin historia clínica, por jueces que se fueron o murieron». Contó que en el propio hospital sureño donde trabaja «los clínicos y enfermeros nos boicotean». Según Juan Freiman, enfermero en Diamante, Entre Ríos, «la resistencia es porque no se visualizan los recursos para saber adónde van a ir los pacientes que salen del hospital, sino pasa el efecto puerta giratoria».
Otra participante citó dispositivos alternativos dentro del neuropsiquiátrico como es el Frente de Artistas en el Borda. Para Gorbacz, «el gran desafío es cómo hacer que estas experiencias rompan al monovalente, y no que la fuerza hegemónica los incorpore como legitimación progresista».
Tras casi tres años, la Ley de Salud Mental se reglamentó en mayo. Y para fines de 2013 está previsto que riga el Órgano Nacional de Revisión.
Mercedes Bontempo, del Hospital Alvear, pidió que «la transformación no sea sólo en el plano de la salud, sino también lo laboral. Muchos trabajan en condiciones degradantes.»
Su colega, Celeste, planteó: «En Jujuy nos pasa que a menos monovalentes públicos, más monovalentes privados. Hay que replantear el sistema de salud en general, como se hizo con las AFJP. Falta determinar quién corta la torta.»
Gorbacz agregó: «Hubiera sido más aplicable una nueva ley de salud mental en un nuevo sistema de salud. Hoy el enfoque no se adapta bien, pero por lo menos esta norma de avanzada sirve para interpelar a todo el sistema de salud.» «
el dilema de la defensa del borda
Leonardo Gorbacz, autor de la Ley de Salud Mental, criticó las políticas que viene desarrollando en el área el gobierno de la Ciudad, como la reciente creación de aulas experimentales para chicos autistas bajo supervisión de un instituto privado, con una lógica medicalizante. Y también, desde luego, la represión desatada en el Hospital Borda por la Policía Metropolitana, el último 26 de abril. Sin embargo, destacó: «Cuidado con que, en función de resistir la brutal represión de Macri, terminemos defendiendo otra represión, que es la de los hospitales monovalentes. No estamos discutiendo su reforma y la construcción de alternativas (casas de medio camino u hospital general) porque tenemos que discutir con Macri la defensa del manicomio» contra megainiciativas inmobiliarias como la del Centro Cívico.
Alberto Trimboli, presidente de la Asociación Argentina de Salud Mental (AASM), agregó sobre la política de salud mental del Ejecutivo porteño: «Todos los programas son iniciativas de los mismos profesionales y no nos llegan demasiados recursos. Y lo peor que hemos vivido desde que tengo uso de razón es el ataque al Borda. Es la primera vez en la historia que la policía entra a un neuropsiquiátrico y dispara contra periodistas, profesionales, pacientes y legisladores.
–¿Se va a tratar ese tema durante este Congreso Mundial?
–No está en una mesa en particular, pero es un dato que circula.
–¿Qué opinan los colegas de otros países de un hecho tan violento?
–No se enteraron… trato de no comentárselos porque, la verdad, me da vergüenza.