El mes de marzo de 2013 llegó movidito para esta tierra de mortales y para nuestra PATRIA GRANDE LATINOAMERICANA.
Hugo Chavez, el gran referente bolivariano fue a pedirle a Dios que interceda para que nuestro subcontinente deje de ser la cenicienta del cuento y que las ideologías de museo como son el marxismo y el neo-liberalismo arrien sus banderas dejando que los latinoamericanos podamos marchar hacia la construcción de sociedades libres, justas y soberanas, el socialismo del Siglo XXI como quería Hugo, concretando un territorio con países grandes y pueblos felices.
En pocos días Máxima será la Reina de Holanda y desde hace tiempo, los argentinos tenemos también a Lio Messi, el mejor del mundo, quien además de jugador de fútbol es un mago.
Tanta generosidad para con nuestra Patria se vio coronada con la elección de Jorge Bergoglio como Sumo Pontífice eligiendo el nombre de Francisco I en reconocimiento a SAN FRANCISCO DE ASIS.
Cabe recordar que aquel harapiento, él había elegido vivir de limosnas pudiendo gozar de las trivialidades del rico. San Francisco de Asis personificó con ese gesto al pobre de la parábola de Lazaro y el Rico; con ese gesto hizo carne en su existencia la contracara de aquel granjero que había amontonado mercancías y se echó a dormir a quien se le presenta el Señor diciéndole «Hombre necio esta misma noche has de morir. ¿Para qué te servirá lo que tienes amontonado?»; con ese gesto daba misa no haciendo diferencia entre ricos y pobres como exigía el Apóstol Santiago.
Seguramente el Papa llamándose así reconocía a Santa Clara de Asís y con esa Iglesia que hoy debe resolver el fin del celibato, el ascenso de las monjas a posiciones de privilegio y conducción dentro de la Institución católica y romana.
Sin embargo, acá en nuestra Patría no faltaron voces que pretenden colocarlo como el gran opositor de un gobierno con profundos horrores de gestión, de un varticalismo staliniano si se quiere, pero con innegables logros en lo social, en lo nacional y en lo latinoamericano: aquel infierno que recibió el ex Presidente Néstor Kirchner es ahora muy distinto -no el ideal, sí muy diferente.
Esas voces e incluso la de un condenado por las leyes que llamó a un golpe militar, creen que el papado de Francisco I será fácil pudiéndose ocupar de las cosas menores dentro de los escándalos que envuelven a la Iglesia Católica y que posiblemente hicieran renunciar al pontífice anterior.
Nada será fácil para Bergoglio y por empezar vivir en la jaula de oro que es el Vaticano en un mundo sin acceso al agua, a la salud, a la vivienda y a las mínimas condiciones de sobrevivencia. Nada será fácil para Bergoglio en una Institución jaqueada por la pedofilia e incluso por las finanzas y las internitas de cabaret entre los jerarcas de ese Vaticano mismo, en suma, de la Iglesia temporal condicionada por sus propias contradicciones.
Aquí en nuestro país muchos se alborotaron, se pusieron felices, creyendo el fin de la Presidenta. Grave error conceptual.
Francisco I deberá lidiar entre quienes pretenden mantener las estructuras decadentes que habla de los pobres pero que vive de los pobres. Que los humilla con sus dádivas y que desconoce el mensaje ambrosiano sobre el uso particular de los bienes que a todos nos han sido entregados: «A nadie le es lícito reservarse el uso exclusivo de los bienes, dirá San Ambrosio, cuando a los más les falta lo mínimo para sobrevivir»
Francisco I deberá construir una Iglesia de cara a la gente y a los pobres; deberá reconstruir una Institución que se higienizó en leche mientras los más no tenían que beber.
No tendrá tiempo al menos exclusivamente de ocuparse de las cosas internas de todos y cada uno de los países.
Quien suponga que Bergoglio será el candidato de una u otra de las facciones en pugna en nuestro país, lamentablemente, estimamos, está equivocándose de ruta.