Faustino Oro. El niño argentino de diez años derrotó al noruego Magnus Carlsen, el mejor ajedrecista del mundo en una jugada memorable, el 23 de marzo 2024. Fue en el sitio Chess.com.
Faustino comentó con entusiasmo: «Estoy muy contento; una gran alegría para mí porque nunca había jugado con él». Así contaba «el Messi del ajedrez». Sus reacciones y sus gestos hablan de este pequeño genio del juego ciencia.
Sus padres lo acompañan en su vida deportiva y en sus viajes internacionales, para trasladarse a España dejaron ambos sus trabajos. Si bien el niño lleva una vida común, normal, concurre al colegio y socializa con sus pares, el tiempo que dispone lo usa en juegos de ajedrez y en cómo estudiar el juego de su rival imaginario para ganarle la partida.
Lo que hace es por la diversión misma, en una semana jugó cerca de 200 partidas que significan cerca de 20 horas.
Fausti tiene una agenda apretada donde registra sus actividades y competidores. En Badalona y on line. Con competencias a lo largo de la semana y el mes, lo hallamos sentado frente a su compu. Son sus competencias Bullet (a un minuto). También Blitz, (tres minutos más dos segundos de agregado por movimiento), y como buen niño que es, se divierte mientras transmite en vivo en su canal de Youtube FaustiChess, a su nutrida audiencia de tres mil suscriptores, contando lo que siente en cada movimiento.
Faustino Oro es la nueva estrella argentina del ajedrez, sin dudarlo. Lo vimos cuando descubrió que el rival al que no había enfrentado, se inscribía entre los 150 maestros.
El certamen dura dos horas, y se estima que los jugadores disputen la mayor cantidad de partidas. Quién consiga mayor cantidad de puntos será el ganador. Existe un lapso promedio para cada jugador: hasta 40 o más partidas que van como máximo en dos minutos.
«Por fin me tocó jugar con Carlsen !», así definió con emoción cuando comenzó su juego. Con piezas blancas Faustino Oro comenzó el juego. Con una apertura indemne, el niño se mostró confiado. Hasta con humor, hablaba con sus seguidores: «Si pierdo en esta situación me tengo que retirar del ajedrez». Viendo la seguridad de su oponente, comentó: «Y sí, estoy a punto de perder». Pero como ocurre muchas veces, en ese ritmo apareció la imprecisión Carlsen se había colgado… fue con un caballo sin defensa.
La sonrisa se dibujó en el perfil de Fausti: contaba con un caballo, un alfil y seis peones contra cinco y un alfil de su rival.
Su grito de «Vamos!!! fue el grito de guerra de un veterano ajedrecista, sólo que con diez años de edad. Y allí supo que le esperaba la victoria. Rendido Carlsen, no respondió a la jugada de Faustino. Pensó que su rival había abandonado y dio rienda suelta a su euforia: «le gané a Carlsen!!!. Su alegría duró un segundo porque en su pantalla aparecía el nuevo rival, que lo desafiaba. Con su reloj poniéndose en marcha otra vez. Pero él ya había conseguido su victoria. La de muy pocos.
Haber vencido a un grande contará en su curriculum como un galardón de oro. Haber vencido a Carlsen: de los más grandes ajedrecistas del mundo.
Faustino Oro siguió compitiendo. Nada lo detenía. Adrenalina a full. Sumando más y más puntos, venció a otro número uno, el norteamericano Daniel Naroditsky. Así llegó al puesto Nº21, entre los más de 150 jugadores que tuvo el torneo. Con esta hazaña, Fausti, que vive en España pero juega bajo bandera argentina, sigue avanzando en el ranking local con estas especialidades de juego. Fácilmente ubicado entre los mejores cuatro del país. Está considerado el Número Dos en Bullet (con 2903 puntos de Elo) y Cuarto en Blitz (con 2913 puntos).
Es increíble. Así lo define su profesor Jorge Rosito desde Mar del Plata, si bien sé de sus condiciones, cada día me sorprende más. Lo definió así. Estos torneos son especiales por el tema de reflejos. Ahora nos enfocamos en dos próximas competencias: desde el próximo miércoles jugará un clásico (con partidas y ritmos de dos horas) en Alicante, luego otro en Menorca. Creo que está preparado para dar el gran salto. Faustino Oro, llamado desde ahora «el Messi del Ajedrez» , el niño argentino rompe récords, que ya no asombra. Pero ilusiona cada vez más. Feliz Vida y Triunfos para Faustino Oro.