BREVE CRONICA DE NUESTROS DIAS…
El Instituto Malbran, en Barracas (Vélez Sarsfield 563) está como siempre al servicio de la salud y hoy más que nunca. Quizás conspire el silencio de sus científicos que, puertas adentro de la solariega casona dan lucha diaria al COVID-19, y en la búsqueda de huellas que permitan dilucidar cómo y cuándo podemos ganar esta contienda y rastrear cada nuevo signo de cambio en esta primera línea de defensa contra el Covid.
El Instituto Malbran y su nacimiento y Fundación, son motivo de nuestra próxima nota, donde desarrollaremos su historia con nombre y apellido, Dr. Carlos Gregorio Malbran y sus colaboradores.
Hoy queremos referirnos a esta escuela de científicos que, desde el año 2000 brindan su conocimiento y servicio en pos de una sociedad libre de este virus y sus mutaciones, y la mirada de aquellos capaces de descubrir sus secretos y así mismo, derrotarlo.
En el año 2006 se inauguró el mayor laboratorio en América Latina, de Alta Bioseguridad, con 300 profesionales altamente calificados y empleados en número de 1000. Era el ANLIS. Con diferentes áreas de trabajo desplegadas y sujeto a niveles de seguridad II y III, que son la vanguardia en el mundo.
Existen Laboratorios de Nivel IV (mayor nivel de confinamiento) sólo en Francia, Estados Unidos y la Federación Rusa.
Los héroes silenciosos del Malbran y esa primera línea de defensa.
Instituto ANLIS Malbran, ya estaba preparando su batalla, al conocerse en marzo 2020
Al momento de saberse que allá en China (cosa de chinos…) había un virus salido de un cierto murciélago. Y de Buhan y la inmediatez de las redes, la proliferación de víctimas y su expansión y su llegada, ya no tan lejana como distaba en los panoramas del mundo. Ni tan lejos ni tan fácil de combatir. Podía mapearse en el celular el número de casos.
La Dra. Claudia Perandones, directora del área científico-técnica observó que en esa fecha el Instituto se hallaba abocado al registro de dengue y hantavirus. Y comenzó la fajina y preparación atenta al peligro que sobrevolaba el planeta.
El Instituto Malbran es hoy un organismo público y descentralizado. Depende del Ministerio de Salud de la Nación. El mismo adquirió para el Malbran una plataforma robótica de nueva generación de secuenciación e infraestructura informática para estudios de epidemiología genómica, metagenómica e inteligencia artificial a gran escala. Su monto fue de casi un millón de dólares (U$S 992.600) y es la única unidad que posee estas características en nuestra Región. Cuenta con un dispositivo de secuenciación Covid Seq.la misma posibilita la generación de 360 GB de información de secuenciación en solo 12 horas. Genera 3 mil genomas de SARS-Cov-2 en 24 hs. de operatividad que admite el estudio genómico a gran escala en tiempo real. El equipo de secuenciación va asociado a la plataforma robótica que permite obtener material genético de distintas muestras clínicas con el posterior procesamiento en etapa pre y post ampliación del material genético.
La plataforma robótica puede ser programada para diferentes usos, que permite también el diagnóstico molecular.
La ventaja de contar con un equipo de estas características en medio de la pandemia y la amenaza de nuevas mutaciones radica en que la secuenciación genómica que lleva a cabo es la única tecnología que permite la confirmación de re-infecciones. Así la magnitud de la pandemia COVID-19 junto a medidas de mitigación a nivel social poniendo de manifiesto la urgente necesidad de obtener una vacuna segura en tiempo récord. Pudiéndose sí confirmar nuevas cepas que puedan circular en el país.
La Directora Científica del Malbran resalta que la mejor manera de conocer el genoma del agente infeccioso responsable da información de gran relevancia para los investigadores. Les permite identificar aquello que genera la enfermedad, conociendo su origen y evolución y el tiempo para desarrollar las estrategias terapéuticas idóneas para hacerle frente. Así la genómica resulta imprescindible para un seguimiento de las distintas regiones del genoma. Teniendo un nivel de precisión de nucleótidos y toda comparación con aquellas variantes en diferentes zonas geográficas.
A nuestros científicos todo el éxito y las felicitaciones más intensas por su labor silenciosa y eficaz, cada día, las 24 horas.