El artista zarateño, creador de personajes entrañables como «Puro Pelo» e ilustrador de libros infantiles y juveniles, partió dejando un legado de ternura y creatividad. Este recuerdo, escrito por María Britos, destaca su huella en el imaginario cultural
Lo llamamos familiarmente Juan Chavetta, al querido Oscar Labró, «Puro Pelo», y su proyección internacional: Grecia, México, Brasil, las ilustraciones suyas, únicas, humanas, queribles, quedaron impresas en libros infantiles, libros para los jóvenes, con una plataforma de seguidores en redes y espacios culturales y él sabía llegar porque nacía de su alma y corazón con brillo de estrellas.El Referente de Zárate sin dudas. Un hombre querido y admirado, humilde en su esencia, de aquellos que «no se la creen. Como hoy, nosotros, no podemos creer que haya dejado sus paletas, colores y su imaginación a bordo de su laptop, para comenzar su viaje galáctico. Y no nos queremos enterar, solo mirar el pelo brillante y flequilludo y el corazón y el perrito y la nena… Pero ahí donde dejó su huella lo vamos a encontrar. Aunque se haya ido sin avisar. Su luz no se apaga y su obra nace más fuerte, querido y entrañable, lo esencial es invisible a los ojos, decía Saint Exupery. niña rebelde, quizá prima de Mafalda.los murales de la vida. Nos dejó uno que en 2018 trazó en Chipolletti, Tres Arroyos al 600, hoy recobra su interés lamentablemente. Fue en la Feria del Libro. Un mural de 10 mts. de largo por 3 de alto. Su desafío personal. Y la gente que lo seguía, chicos y grandes, tenía magia el flaco.El hombre que convirtió su daltonismo en magia, y sí, le aportó más power dicen ahora. Y la magia sigue… esa nena era sinónimo de infancia, la que seguirá en Puro Pelo. Por eso las redes explotan de Amor, Cariño y Nostalgia, aunque Juan Chavetta se haya ido de viaje su pista la marca su ternura, que tanta falta nos hace, y vamos detrás de ella con amor puro, de los buenos.»A veces, cuando no se me ocurre nada, voy al Principito y le robo una frase», dijo en el evento y lo documentó en el Sur, Cipolletti, con su versión de «El Principito». En la frontera Saint Exupery y Lavado, lo esperan con pancartas, de eso no tenemos duda.
Nos siguen pegando abajo. Juan Chavetta se nos adelantó, como dicen los mexicanos, asombro y dolor por su partida. Creador de personajes vivos en el imaginario popular. Maestro de ilustración, buceador de éxitos dentro de la literatura de la infancia y adolescencia, y mucho más. Los editoriales en sus rubros lo despiden, lo extrañan. Nada es casual. «Primer Susto», «Cerebro de Monstruo», «El Resfrío de Yeti», apenas marcan su despliegue múltiple. Ayer nomás en Caras y Caretas, El Gourmet, PIN.
Obras de teatro para niños. Sus premios son vastos. Más allá de los premios nacionales, un maestro de la ilustración. Un joven maestro, querido, necesario. Nuestro ilustrador era oriundo de Zárate, nacido en 1970 con prodigio y magia propios, ADN del bueno, el mejor. Deja soledad, orfandad de ternura, ni Juan, tampoco el perrito, ni la nena. Así a rajatabla, vivo te sentimos porque dejaste todo tu arte en esas criaturas que amamos. Te decimos «tasiempre«, hasta encontrarte en los seres que sembraste. Y es en cada uno. Y Pelito se quedará más todavía, dará vueltas, y seguirá estando estando entre nosotros. Buen Viaje al Cosmos Juan Chavetta, sabés, te amamos…
¡Gracias Juan! Con amor, desde La Chacrita de los Colegiales
