La agencia comunal de control ha clausurado un local en el barrio de Liniers ubicado en la calle Ramón Falcón 7158 en donde encontró faltas gravísimas sin necesidad de observar demasiado esas anomalías.
El mencionado organismo municipal del gobierno porteño constató como así lo expresa la oficina de prensa: “No tener los matafuegos necesarios; tener cables expuestos de 220 volt. al alcance de la mano; falta de disyuntor diferencial en circuito eléctrico; falta de luz de emergencia en escalera; no exhibir al momento de la inspección, el seguro de responsabilidad civil contra terceros de marquesina sobre vía pública. También se labró un acta por la obstrucción parcial al procedimiento al impedir que los inspectores accedan a una puerta ubicada en el sector del patio”
Esto que extendemos a nuestros lectores la información no son faltas menores o descuidos de quienes son los responsables del comercio sino desidia, irrespetuosidad hacia su clientela e importarles más poco que nada el valor de la persona tanto sea de quienes lo atendían como hacia el público concurrente.
Otras faltas que se pudieron observar no con esfuerzo sino a simple vista son: “que el uso del comercio era mayor a la superficie habilitada. A su vez, los medios de salida estaban obstruidos con mercadería y se constató la falta de señalización de medios de salida”
Aun siendo una obviedad para clausurar en forma inmediata este local la Agencia Gubernamental de Control el día 29 de septiembre del corriente año debió solicitar la participación conjunta con el Depto. Delitos Federales de la Policía Federal Argentina, Dirección Nacional de Migraciones, AFIP y División Aduanas dadas la envergadura de estos hechos que, a nuestro juicio, se asemejan bastante a actos delictivos.
En relación a estos hechos consideramos muy lamentable que se siga apostando a la sociedad descartable, que no se respete en lo más mínimo al semejante y que se abone a la mentalidad del Don Pirulero en donde cada cual atiende su juego y el que no se jode con el agravante que quien tendrá la prenda no es quien no atendió su juego sino el prójimo valiendo por consiguiente muy escasamente para ese Don Pirulero algo que ya, como si fuese poco, lesiona los valores y la ética de quienes realizan esas irregularidades.
Entre otros hechos de la clausura se nos informa que “…se procedió al secuestro de la siguiente mercadería de origen extranjero por no poseer la documentación que avale el ingreso legar al país: 320 muñecas, 98 cascos, 140 rollers, 60 blisters de muñecas, 189 blisters de juguetes, 422 juguetes, 125 termos. Se estima que dicha mercadería tiene un valor aproximado de $1.000.000”
¿Cómo calificar aquello más arriba dicho? Resulta inadmisible que haya sucedido. Nos preguntamos con total honestidad que hubiese pasado si esa acción de la Agencia Gubernamental de Control no se hubiese llevado a cabo.
Cualquier contingencia podría haber pasado hasta lo inimaginable. Realmente es muy triste que se actúe de esa forma, que tan poco interesen los hechos y las desgracias que pudiesen suceder.
Por último, agradecemos a quienes nos dieron la posibilidad de informar a nuestros lectores.
Fernanda Gómez
Oficina de Prensa