Lo que con tanto sentimiento canta la niña Siria, lo pueden cantar los niños que padecen el bombardeo indiscriminado de uno de los ejércitos más poderoso; lo pudieron cantar los niños del Japón al que le tiraron 2 bombas H, los niños de África que padecen hambrunas, en fín, todos los niños del mundo los que sufren la violencia de una dirigencia genocida.