Hubo un tiempo en nuestros barrios de Colegiales y Palermo cuyo desarrollo urbano giraba alrededor de las antiguas quintas de frutas y hortalizas cuya presencia a través de su dos pioneros como Agustín Comastri y Francisco Bollini que en aquel Buenos Aires extenso en terrenos dedicados a las plantaciones de todo tipo, los centros de concentración, distribución y ventas eran el urbanismo girando las mayorías de las actividades en torno a esas necesidades.
¿Cómo se iba a imaginar los intendentes de la época que la actual calle Capitán General Ramón Freire se iría a convertir en un paso necesario para llegar desde el actual Palermo hasta el barrio de Belgrano?
Tan imposible como pensar o proyectar hoy que va a suceder con el espacio exterior galáctico de la especie humana o que vida encontrará en otros planetas.
En aquel momento el entonces Mercado Dorrego que no por nada era llamado de concentración necesitaba ampliarse dadas las características de uso por aquel tiempo.
¿Qué hacer? Extenderlo en sus dimensiones a través de la avenida homónima, la Av. Dorrego desde la actual Av. Álvarez Thomas hasta aproximadamente la actual calle Honduras.
La visión por aquellos tiempos no estaba del todo errada, se le podría cuestionar que a pesar de la buena fe cometerían el grueso error de planificación urbana que costaría décadas y más décadas sus posibles soluciones y aún hoy, en pleno Siglo XXI, resulta de no derribar parte de esas estructuras o edificios de una planta lo que lo vuelve ya poco menos que imposible habida cuenta que la extensión es usada por Canal 9 hasta la mencionada Freire.
La avenida Dorrego por aquel tiempo sobrepasaba la avenida Cabildo e incluso la Av. Luis María Campos cruzando la Av. Libertador ya en lo que se conoce como Palermo Chico en estos tiempos.
Caminar por la calle Freire al querer llegar hasta Dorrego nos hace tropezar con los estudios del Canal aludido debiendo hacer una pequeña curva y seguir por la calle Arévalo actual.
La calle Capitán General Ramón Freire entonces hace de puente del viejo urbanismo con el actual.
La erradicación de ese mercado dejó al sector más o menos como tierra de nadie; para los años ’70 se expulsó la vieja y conocida Villa de Colegiales quedando un amplísimo territorio sin destino.
Con la llegada de Canal 9 y las productoras de Tinelli, Cable Visión, América TV y Suar poco a poco irían a redefinir el sector. Otras productoras cuya actividad tenían que ver con los medios de comunicación implicarían un cambio de rumbo de la zona.
Ya no habría mercados de frutas de verduras y hortalizas sino locales dedicados a la gastronomía y en conjunto con esos medios de comunicación posibilitarían cambiar aquel Palermo viejo por el actual con diversos nombres.
Concluyendo, nuestro Palermo es seguramente el barrio que ha logrado una sobredimensión o una actualización urbana desde las primeras décadas del Siglo XX hasta nuestros días, ya en el Siglo XXI y obligando entre otras acertadas medidas el cambio del actual jardín zoológico que desde un punto de vista ambiental resulta imposible mantenerlo como tal.
Imagínese amigo lector el grado de estrés que padecieron los animales en cautiverio en las festividades de fin de año.
Este particular, de por si, explica su conversión en eco-parque, siendo el actual Jardín Botánico cruzando la Av. Las Heras su vecino.
imagen: www.buenosaires.gov.ar