Marta Calvo: Educadora pionera que celebra el potencial creativo de la infancia 🎨🌱
Recientemente, Marta Calvo ha sido nombrada Ciudadana Ilustre y Persona Destacada en el Ámbito de la Educación 2024. Este reconocimiento oficial celebra su vasto legado y sus aportes únicos a la educación infantil, un campo que transformó radicalmente desde su enfoque en la libertad, la creatividad y el arte en la formación de los niños.
Desde que fundó «La Escuelita» en Colegiales en 1959, Calvo ha promovido un aprendizaje que nace de la exploración y la expresión artística, donde “el niño es cuerpo” y cada proceso de enseñanza fluye a través de experiencias sensoriales. En sus palabras:
«Todo aquello que lo va a vincular con todas sus posibilidades de aprendizaje está en sus sentidos, está en su sensibilidad, está en todo lo que nosotros vamos desarrollando, porque desarrollamos la visión, la audición, el movimiento en el niño, que es fundamentalmente importante, y en realidad no lo hacemos como talleres estancos, sino como talleres que se van alimentando uno al otro.»
En «La Escuelita,» la educación se aleja del enfoque tradicional y da lugar a un aprendizaje activo, que inspira a cada niño a descubrir su potencial a través de experiencias que ellos mismos crean y que los motivan a aprender de forma espontánea.
Marta Calvo entiende la educación como un acto de “sacar, no poner,” y cree que su rol como educadora no es el de una “persona sabia,” sino de alguien que, a través de intuición y amor, ayuda a cada niño a desarrollar su propia “necesidad de aprender.” Este método, que ella denomina “expresión-aprendizaje,” se basa en que la creatividad y el juego son la esencia para que los niños encuentren placer en el conocimiento.
Además de su obra en «La Escuelita,» Calvo llevó su método al ámbito público en el Instituto Vocacional de Arte, formando jardines artísticos entre 1979 y 1990. Posteriormente, creó una escuela primaria que continúa su misión y donde el arte sigue siendo el centro de la actividad educativa.
Para Marta Calvo, su teoría educativa refleja el corazón de un aprendizaje auténtico y humano, que ella misma describe con humildad y profundidad:
«Yo no soy sabia. Ser una persona con intuición y con, creo que con una posibilidad, una posibilidad de amor. Educar es sacar, no poner. Sacar. Y con eso es que podemos hacer que un chico tenga necesidad de aprender.»
Con estas palabras, Calvo condensa la esencia de su visión: una educación donde el verdadero aprendizaje florece cuando se permite a los chicos ser ellos mismos y descubrir su propio camino.