El Decreto Fundacional: 1895, Cimiento del Museo. La creación del MNBA por decreto presidencial sembró la semilla de nuestro patrimonio cultural compartido, uniendo tradición e innovación.
El 16 de julio de 1895, el presidente José Evaristo Uriburu firmó el decreto fundacional del Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA), respondiendo a la necesidad de preservar obras donadas que «corrían riesgo de deterioro» según documentos oficiales. Este acto visionario se gestó en el efervescente ambiente cultural porteño donde coexistían el Ateneo y la Sociedad Estímulo de Bellas Artes, impulsado por artistas como Eduardo Schiaffino -su primer director- quien imaginó «un museo metropolitano para educar el gusto público». Inaugurado el 25 de diciembre de 1896 en el Bon Marché (actual Galerías Pacífico), el museo nació con doble misión: albergar arte internacional y promover el arte argentino incipiente.
Su colección inicial de 163 obras, gracias a donantes como los Guerrico, pronto se enriqueció hacia 1910 con piezas de Goya, Sorolla y Renoir. El traslado al Pabellón Argentino (1911), estructura repatriada de la Exposición de París de 1889, permitió exhibir nuevas adquisiciones como La ninfa sorprendida de Manet y Orillas del Sena de Monet. La sede definitiva en Recoleta (1933) transformó poéticamente la antigua Casa de Bombas bajo el rediseño de Alejandro Bustillo, quien creó salas neutras para destacar las obras. Allí se incorporaron tesoros como Mujer del mar de Gauguin y Le Moulin de la Galette de Van Gogh. Como institución pionera en América Latina, el MNBA marcó hitos al adquirir en 1907 el primer Renoir de un museo público americano, contemporáneo al Metropolitan de Nueva York.
Sus cambios dialogar con la riqueza cultural: mientras atesora obras globales de Picasso, Modigliani y Kandinsky, también custodia el alma argentina mediante piezas de Cándido López, Xul Solar, Berni y Minujín. El arte latinoamericano brilla con Figari, Tarsila Do Amaral y Diego Rivera, tejiendo un tapiz continental. Hoy, con más de 13.000 piezas que «constituyen una de las instituciones más relevantes del continente» (según su archivo histórico), el MNBA mantiene vivo aquel mandato de 1895: ser espacio de interrogantes que nos unen, donde cada visita renueva nuestro pacto colectivo con la belleza.
Fuentes consultadas: [Museo Nacional de Bellas Artes – Historia],[Decreto fundacional (Radio Perfil)],[Colección Guerrico (Argentina.gob)]
