LOS PUEBLOS Y LAS PERSONAS COMO SUJETO HISTÓRICO. NO COMO PREDICADO.
Saboteado, otras veces ocultado y hasta negado, se vuelve cada vez más evidente que otro mundo es posible. "Otro mundo es posible" no es una expresión ideológica y por tal, vacía de contenido real en donde el sujeto histórico que son los pueblos y las personas se vuelven cada vez más reales e imposible de ocultar. Este mundo posible que es la filosofía del amor lo tenemos cotidianamente: esta imagen la de la niña y el elefantito es parte de ese mundo. También lo podemos observar cuando una persona o un grupo de personas alimenta a los perritos dejados abandonados en las calles y para no hacerla más largas estas líneas, cuando observamos a profesionales irse a África a curar enfermitos o en la obra social que emprende Patricia Sosa auxiliando a los dueños de la tierra que son nuestros pueblos originarios.
Todo esto señalado es, reitero, parte de la filosofía del amor cuyo vértice son los pueblos como sujeto histórico renegando de ideologismos hermanados y gemelos para quien la persona es nada más ni nada menos que el predicado de sus teorías cada vez más anacrónicas y por tal insólidas.