Rodrigo Alejandro Bueno (Córdoba, 24 de mayo de 1973 – Berazategui, Buenos Aires, 24 de junio de 2000), conocido por el apodo El Potro y su nombre artístico Rodrigo, fue un cantante argentino de música de cuarteto. El estilo de Bueno estuvo marcado por su carisma y su energía en el escenario. Su pelo corto y teñido y ropa casual diferían de cantantes cuarteto típicos de cuarteto con colores estridentes y el pelo largo y rizado. Durante su carrera, Bueno amplió la música cuarteto a la escena nacional Argentina, siendo una de las principales figuras del género.
Estas podrían ser las apretadísimas líneas biográficas en homenaje a Rodrigo, el cuartetero cordobés pero sabemos que la figura de un artista con un carisma como aquello que presentaron El Potro, Gilda, Diego y hoy Carlitos Tevéz exceden ampliamente, demasiado, a los deseos o la voluntad de un cronista.
Para entenderlos, para conocer ese ángel, hay que entender varias cosas para comenzar a desandar esa aureola que los elevó en el sentimiento popular hasta el grado de mitos, incluso y algo similar podríamos decir que ocurre con el Gauchito Gil, la Difunta Correa y muchos clásicos del deporte como por ejemplo los partidos entre Ñuls y Rosario Central donde se paraliza la ciudad una semana antes y otra después del clásico rosagarino.
Será un arduo camino imposible de recorrerlo y comprenderlo si no nos adentramos en el sentimiento de quienes carecen de referentes y ante eso, crean los propios no quedando exenta la música cuartetera y la vida misma con sus códigos propios y el sentimiento de solidaridad entre muchos de sus habitantes padeciendo en conjunto, todos, los mismos inconvenientes.
«Hijo de Eduardo Alberto Bueno, productor musical, y Beatriz Olave, compositora y trabajadora de una empresa editorial, Rodrigo se formó dentro de la escena musical del cuarteto en Córdoba. Su primera aparición, a los dos años, fue en el programa Fiesta de Cuarteto, junto con el amigo de la familia Juan Carlos «La Mona» Jiménez. Con la ayuda de su padre, El Potro grabó un disco de canciones infantiles a los cinco años de edad titulado Disco Baby. Durante su pre-adolescencia, Bueno colaboró con la banda Chébere en algunas presentaciones en directo. Dejó la escuela a los doce años de edad y realizó una audición con éxito para la banda Manto Negro. Después de cinco años sin éxito en Córdoba, el padre de Bueno decidió tratar de iniciar la carrera de su hijo como solista en Buenos Aires. En 1987, publicó su primer disco, La Foto de tu cuerpo, con PolyGram Records. Aprendiendo a vivir, su siguiente trabajo, fue presentado con una actuación en vivo en la discoteca Fantástico Bailable que le llevó a su primer reconocimiento en la escena de la música tropical», leemos en el portal Wikipedia que nos permite estar presentes, de algún modo, en un nuevo aniversario de su fallecimiento que causó una gran conmoción inmediata en los medios de comunicación argentinos, con especulaciones sobre una posible conspiración de asesinato. Después de un breve juicio, el conductor del otro vehículo fue declarado inocente, al considerar el juez que Bueno había sido el responsable del accidente por conducir imprudentemente.
Con Rodrigo Bueno, el Potro, con Maradona y Carlitos Tevés, resurge ese sentimiento y ante la ausencia de los referentes, son elevados a una categoría que sòlo entendiendo el sentir popular, el sentir de los de «abajo», podemos interpretar cabalmente, aquello de la «religión Maradoniana»… Y esto que nos es verso…