La industria frigorífica recupera la posibilidad de enviar cortes preferidos al exterior.
El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) habilitó a partir del lunes 1 de enero 2024 las exportaciones de todos los cortes de carne bovina, sean frescos, congelados, enfriados. “El Senasa actualizó los procedimientos a la nueva situación y adecuó a las nuevas condiciones los servicios de inspección veterinaria y los sistemas informáticos”, indicó el organismo por medio de un comunicado.
Debido al fin del decreto 911/21, vigentes entre enero de 2022 y regía hasta el 31 de diciembre de 2023, establecido por el exmandatario Alberto Fernández . Las regulaciones se encontraban suspendidas para embarcar los siete denominados “cortes populares” asado, vacío, falda, matambre, tapa de asado, nalga y paleta, entre otros. Esta medida fue fuertemente criticada y rechazada por los empresarios del sector que querían vender con los precios que ellos establecían dentro y fuera del país.
En diciembre el precio de la carne subió más del 30% en carnicerías y supermercados de AMBA. Los valores de venta al público de los cortes de carne oscilan actualmente entre $4.000 y $7.000 AMBA el asado se promocionaba en «oferta» a $3.999 el kilo.
Según los exportadores, la exportación de carne vacuna durante el 2020 fue de un millón de toneladas, cifra que exhibió allí un crecimiento interanual del 10%. Durante el 2023 la exportación fue de unas 920 mil toneladas de res con hueso, que es un número importante. El volumen obtenido es levemente mayor en un 5% que el registrado en el 2022
La Carne es el único producto argentino vale cuatro o cinco veces más en el exterior. Asi mismo el consumo local es bajo, debido a una producción reducida como consecuencia de la gran sequía que se produjo, y además porque el nivel de ingresos es muy bajo. Si bien con esta desregulación, los mercados extranjeros compitan libremente con la demanda local, que espera una mayor presión sobre los precios de venta minorista.
Se plantean nuevos tiempos para los empresarios, donde mostraran su “humanidad”.
Se forja un camino de equilibrio entre exportaciones y el consumo interno; ya que de otra manera habrá menos carne consumida localmente si los precios no contemplan el poder adquisitivo, de sus consumidores, tensionando los precios para el consumo interno.
Asimismo, dejará de tener efecto la diferenciación para la exportación de vacas de las categorías D y E y de toros, sobre los que hasta ahora no se aplican esas suspensiones.