Hasta hace poco tiempo porteños, bonaerenses y argentinos desconocíamos que era la enfermedad la celíaca y poco a poco como en otras actividades, en otras experiencias de la vida cotidiana, nos fuimos enterando.
“La enfermedad celíaca consiste en una intolerancia permanente al gluten, proteína presente en cereales como el trigo, la avena, la cebada y el centeno (TACC). En personas predispuestas genéticamente produce una lesión en el intestino delgado, lo cual genera un defecto en la absorción y utilización de los nutrientes. Los síntomas típicos van desde trastornos en el desarrollo hasta diarrea crónica. A partir del diagnóstico la enfermedad, el paciente celíaco debe realizar una dieta estricta libre de gluten y mantenerla de por vida”, define con exactitud la organización que busca privilegiar los derechos de quienes padecen la enfermedad.
Lo cierto es que en nuestro país conviven con ella unas cuatrocientas mil personas pero son conscientes tan solo 25.000 y por cada diagnosticado existen otros 8 que ni siquiera saben de su mal.
Esas mismas fuentes citadas más arriba nos dicen:
“El gluten está presente en el trigo, la avena, la cebada y el centeno (TACC). Su ingestión produce lesiones en el intestino y no permite la absorción de nutrientes.
El remedio del celíaco es la dieta libre de gluten de por vida. No tiene cura.
Un diagnóstico mal hecho o a destiempo aumenta el riesgo de enfermedades asociadas como linfoma y cáncer de intestino. Puede conducir a la muerte”
Los síntomas son diversos y varían de acuerdo a las edades.
En niños podemos encontrar algunos síntomas tales como baja estatura y pérdida de peso producida por la diarrea a repetición, dolor abdominal recurrente, cosa que se produce en adultos y adultos mayores presentando la secuela de un mal humor, decaimiento y un estado irritable en cuanto a la relación consigo y para con los demás. En los adultos podemos encontrar cuadros de Dermatitis herpetiforme, constipación, osteoporosis y osteomalacia, síntomas que ya se producen con los años y por un indebido diagnóstico o tratamiento.
En los últimos tiempos como afirmamos más arriba ha crecido la toma de conciencia sobre la enfermedad e incluso ha llegado a la legislatura porteña un proyecto de ley y al Congreso de la Nación.
En el primero de los casos, hay leyes que obligan a restaurantes de la ciudad a exhibir en sus cartas de menúes aquellos alimentos libres de gluten.
En hora buena que esto suceda. Porque una sociedad crece cuando todos los derechos no sólo se ejercen sino que se toma conciencia de los mismos.
Fuente de información:
Diario Perfil del 25 de enero de 2013