ESTARÁ UBICADO EN TOLAR GRANDE, A 4650 METROS DE ALTURA
Luego de varios años de acción conjunta entre Argentina y Brasil, se ultiman los detalles antes de instalar un telescopio robótico sobre el cerro Macón, en la Puna salteña, un sitio de excelencia para el desarrollo de la astronomía
Agencia CTyS) – “Es el primer telescopio robótico con detector infrarrojo que se pondrá en funcionamiento en el país, con el valor adicional de que dará inicio a un nuevo sitio de excelencia para la astronomía”, valoró el doctor Diego García Lambas, director del Observatorio Astronómico de Córdoba (OAC-UNC) y representante argentino en el proyecto ABRAS, un consorcio en el que Argentina y Brasil aportaron una inversión de partes iguales para poder concretarlo.
La doctora Claudia Mendes de Oliveira, representante de ABRAS por Brasil, le comentó a la Agencia CTyS que “este proyecto es de gran importancia para las comunidades astronómicas de ambos países, porque es la materialización de una larga colaboración entre nuestros investigadores y marcará el inicio de un centro astronómico que puede albergar a otros proyectos e instrumentos en el futuro, ya que el Cerro Macon es un sitio magnífico, que cuenta con un gran potencial”.
Astrónomos y técnicos del Instituto de Astronomía Teórica y Experimental (IATE, UNC-CONICET), en colaboración con el Observatorio Europeo Austral (ESO), fueron los pioneros en estudiar este sitio ubicado a 360 kilómetros de la ciudad de Salta hace una década. Allí, analizaron las condiciones óptimas del sitio para el desarrollo de la astronomía, debido a su poca contaminación lumínica, baja humedad y, por sobre todo, porque cuenta con el 93 por ciento de las noches del año despejadas.
Este nuevo ojo que se abrirá al Universo desde el cerro Macón puede convertirse en uno de los mejores sitios para el desarrollo de la astronomía a nivel mundial. “Una vez que demostremos con el proyecto ABRAS que este sitio es de excelente calidad, otros proyectos astronómicos vendrán a la misma zona”, auguró Mendes de Oliveira.
El doctor Lambas comentó que “hace muchos años que pensamos en desarrollar la astronomía en la Puna salteña, pero fue difícil dar este primer gran paso, porque tuvimos que arrancar desde cero”.
Tecnología de punta en un sitio inhóspito
En el año 2012, se inició la construcción de una cúpula cerca del filo del cordón Macón. En su punto más alto, esta cúpula alcanza los 10,50 metros de altura. Finalmente, a mediados de octubre, arribó al país el telescopio robótico que será instalado en su interior.
En la actualidad, el telescopio óptico más moderno que posee Argentina es de la década de 1960, por lo que el nuevo observatorio del cerro Macón implica un salto a una moderna tecnología . “El nuevo instrumento cuenta con una mecánica y una electrónica que acá no manejamos”, observó Lambas. Y agregó: “Por ello, en estos días, dos expertos austríacos están con nosotros en el Observatorio Astronómico de Córdoba”.
“Estamos muy contentos, aprendiendo muchísimo”, valoró el director del OAC. Y agregó: “Otro de los beneficios es que, al tener al telescopio en el OAC antes de llevarlo a la Puna salteña, tenemos muchas más herramientas a mano y nuestros técnicos e ingenieros del IATE-OAC van a poder armarlo, desarmarlo y entender cómo opera”, valoró Lambas.
“En el Observatorio tenemos mucha experiencia con los telescopios, pero no con esta tecnología electrónica y mecánica; por eso, conviene no solamente saber cómo operarlo desde la parte científica, sino también cómo repararlo si se llegara a romper algo en el futuro”, explicó Lambas.
En estos días, se puso al telescopio en funcionamiento dentro de los talleres del OAC y se tomaron imágenes para comprobar su correcto funcionamiento.
Argentinos y brasileños, con un nuevo chiche para la astronomía
La expectativa es que el telescopio robótico empiece a operar en el primer semestre de 2016 en la Puna salteña. Funcionará todas las noches despejadas del año y su utilización será compartida en un 50 y 50 por ciento entre los astrónomos argentinos y brasileños.
En un futuro, otros países podrían sumarse, lo cual favorecería a acoplarle más instrumentos al telescopio de ABRAS. En tanto, ya se está desarrollando su detector en el infrarrojo.
“La ventaja de un detector en el infrarrojo cercano, que hasta ahora no existe en Argentina, es que permite ver objetos a través de nubes absorventes de escombros”, explicó Lambas a la Agencia CTyS.
Este telescopio pesa alrededor de 2000 kilos y tiene un metro de diámetro. “Va a permitir hacer estudios del sistema solar, de otros sistemas planetarios, estrellas y galaxias, por lo cual va a tener un uso muy variado y va a ser útil para equipos de astrónomos abocados a diversas investigaciones”, contó Lambas.
El pilar donde se ubicará el telescopio estaría finalizado antes de fin de año. Poco después, a principios de 2016, estará lista la cámara criogénica del detector infrarrojo y se trasladará, por vía terrestre, el telescopio desde Córdoba a la Puna salteña.