La apertura de un corredor bajo el viaducto San Martín integra los barrios, priorizando seguridad peatonal y áreas recreativas. Detalles de una obra que transforma un espacio olvidado en un eje comunitario.
Un pasillo estratégico bajo las vías del Ferrocarril San Martín, históricamente clausurado y subutilizado, acaba de convertirse en un nexo vital entre Chacarita y Villa Crespo. El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires ha culminado la reconversión de 351 m² de terreno abandonado en un espacio multifuncional que combina movilidad, seguridad y sostenibilidad. La obra, ejecutada en coordinación con la Comuna 15, elimina una barrera física que por años fragmentó la circulación interbarrial, especialmente cerca de puntos clave como el Movistar Arena y el estadio León Kolbowski de Atlanta.
De zona gris a polo activo
Anteriormente, el cruce de Dorrego y Otero era un enclave cercado, sin iluminación ni definición urbana, que obligaba a peatones y vehículos a rodeos innecesarios. Ahora, el sector cuenta con:
– Iluminación LED y cámaras de seguridad para reforzar la protección.
– Nuevas áreas verdes con especies autóctonas como jacarandás y césped resistente, que favorecen la biodiversidad.
– Mobiliario urbano: 12 bancos de hormigón reciclado, 20 bolardos reguladores de tránsito y postas deportivas con barras paralelas y elípticas.
– Sistema de drenaje optimizado, clave para mitigar inundaciones en temporada de lluvias.
Conectividad sin interferencias
El diseño prioriza la fluidez: mientras el túnel Dorrego mantiene su rol como corredor vehicular principal, este nuevo tramo superficial facilita desplazamientos cortos y seguros, reduciendo hasta 15 minutos los trayectos peatonales. «Seguimos comprometidos en devolver los espacios públicos a los vecinos. Esta obra no solo mejora la movilidad, sino que crea un entorno seguro y verde para la comunidad», destacó Jorge Macri, Jefe de Gobierno porteño.
Ignacio Baistrocchi, ministro de Espacio Público, resaltó la dimensión social de estos espacios que fomentan la apropiación ciudadana. No es solo una vía sino también un espacio para ejercitarse socializar o simplemente transitar un momento tranquilo.
Un modelo replicable
La intervención se alinea con proyectos previos de recuperación de bajo viaductos, como los corredores gastronómicos en Palermo o las plazas bajo autopistas en Caballito, consolidando una política de aprovechamiento de áreas residuales.
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