El legado del «Cura Gaucho», santo patrono de los caminos, sigue iluminando al catolicismo argentino. Recordamos su vida de entrega, los milagros que confirmaron su santidad y su profunda conexión con el pueblo de Traslasierra.
El 16 de cada mes, la comunidad cristiana celebra a San José Gabriel del Rosario Brochero, una figura que trasciende Traslasierra para inspirar al mundo.
Nacido el 16 de marzo de 1840 en el paraje Carreta Quemada, cerca de Villa Santa Rosa, Córdoba, Brochero vivió haciendo el bien. Recorría incansablemente pedregales y sierras, visitando cada rancho que necesitaba su presencia. Hombre de fe inquebrantable, su lema «Ave María y adelante» lo guiaba, a lomos de su mula, hacia los fieles que en él depositaban sus esperanzas de fe, esperanza y caridad, compartiendo incluso mate y galletas cuando las había.
Su entrega fue total. Contrajo lepra al no temer al contagio, prefiriendo compartir la suerte de sus hermanos, siempre aferrado a su rosario. Austero, inmenso en su piedad y humor, fue culto entre los cultos y paisano entre el pueblo. Siguió los pasos de Mama Antula y sus Ejercicios Espirituales.
Hoy, la Cantata Brocheriana, una joya folklórica de los Hermanos Di Fulvio, también brocherianos, recuerda su epopeya de cura santo.Falleció el 26 de enero de 1914, y su figura no ha dejado de crecer, alimentada por los testimonios de su vida de oración, servicio y los milagros atribuidos a su intercesión.
Dos milagros fueron fundamentales para su canonización:
1. La recuperación plena de Nicolás Flores, un bebé dado por muerto por los médicos, luego de que sus padres lo encomendaran al santo.
2. La sanación inexplicable para la ciencia de una niña que estaba al borde de la muerte tras un grave accidente.Su fama ya precedía estos hechos, forjada durante su labor en la epidemia de fiebre amarilla en Córdoba.Canonizado por el papa Francisco el 16 de octubre de 2016, San José Gabriel Brochero, patrono de los caminos, permanece vivo en la fe de su pueblo y de todos los pueblos.
Nuestro «Cura Gaucho» es ejemplo perdurable de servicio, llegando con su mula donde pocos osaban ir, forjando así una leyenda de amor al prójimo.
Señor, de quien procede todo don perfecto, tú dispusiste que San José Gabriel del Rosario fuese pastor y guía de una porción de tu pueblo y lo esclareciste por su celo misionero, su predicación evangélica y una vida pobre y entregada. Te suplicamos que por su intercesión alcancemos la gracia que humildemente te pedimos… Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Oración a San José Gabriel Brochero:
Sus restos descansan en el Santuario Nuestra Señora del Tránsito y Santo Cura Brochero, en Villa Cura Brochero, Traslasierra, Córdoba, Argentina.
