Por María Britos. 14 de abril de 1889 bajo la Ordenanza Nº 45.966 de 1993, se instituye todos los 14 de abril de cada año como “Día del Barrio de Mataderos”. Se colocó la piedra fundamental de los nuevos mataderos, que desplazarían a los tradicionales Corrales Viejos, ubicados en la zona de Parque de los Patricios.
Mataderos rinde culto a una historia tan digna de facones y orilleros, de escritores, y novelas, de hospitales perdidos en un cercano ayer, Hospital Juan Francisco Salaberry. Hoy un Santojanni con historias da la pelea contra la demonización de la pobreza, con su excelencia en servicios a los barrios periféricos. De nombre cruento, no lo es tanto, ni tan poco.
Mercado de Hacienda, así de elegante su primer nombre. La hacienda que consumían aquellos porteños y porteñas de aquellos días, llegaba con igual fama desde el Barrio de los Corrales, hoy Parque Patricios.
Un Nueva Chicago, asomó en tierras argentas, que emulaba a la los nostalgiosos del coloso de Michigan, a la vanguardia de la industria de la carne, también enlatada. Así se llamaba pero quedó con el nombre del cuento: El matadero, La Cautiva, de Esteban Echeverría.
Lugar de frigoríficos. Historias que resuenan en los mentados tours de la City porteña: «Estamos pasando frente al predio del Frigorífico Lisandro de La Torre. Una placa es la RX del icónico lugar…». Cuánta historia de un pasado reciente y tan cambiante que llegamos a imaginar hasta el pasado colonial con la chimenea como objeto icónico, un túnel del tiempo, un espiral de gusano?
MATADEROS DE AYER A HOY.
El Resero es el monumento por excelencia, mostrando a un hombre a caballo con las ropas clásicas de quien tenía ese oficio. El rosa antiguo de los edificios de época todavía cubre los muros del Museo Criollo de Los Corrales. Edificios y recovas que el tiempo detuvo en una estampa atrapada, con peleas de gallos incluída.
La Feria Artesanal de Mataderos.
Creada en 1986. En un mosaico de infinitas creaciones donde el arte y sus vertientes se funden, cada cual atiende su juego.
El juego del sapo, del embolsado, la ranchería, exponen las otras costumbres argentinas.
Los plateros, dan muestra de su arte en el relieve y forja de cuchillos, los talabarteros y sus aperos, son joyas del hombre de campo, que puede apreciar su utilidad y estética…
Música campera, milongas, cielos, cielitos, valses y pericones hacen nacer aplausos de un público ávido de saberes poco frecuentados. Guitarras y cantores, música de la Patria, que traen los hombres y mujeres cultores del mejor relato cantado, bailado, ejecutado con maestría por los embajadores de una cultura que sigue en contínuo mestizaje, como el candombe, la música afrolatina y sus bailes también hunden sus raíces en el emblemático lugar: La Feria de Mataderos.
Las comidas y sus raíces. La variedad de platos típicos: empanadas y su recado típico. Al horno, fritas, del norte o del sur, la exquisita muestra donde compiten desde la masa a los ingredientes y carnes, condimentos que cada zona le aporta al paladar más exigente. Los vinos y dulces. Las cervezas y sus innovadores sabores, de todo el país llegan estas bebidas, que el gusto actual ha aceptado como un nuevo beber gourmet. Tejidos de telar y ponchos de técnicas distintas,… rivalizan con los artesanos ceramistas, la cestería, aporta su estilo de la mejor tradición y los artesanos del cuero de por sí amplifican su expresión y múltiples estilos.
CON TODO EL AMOR PUESTO EN LA PALABRA LOS ABRAZA UNA NACIDA EN EL HOSPITAL SALABERRY, FELIZ CUMPLEAÑOS MATADEROS!