La historia de los barrios porteños no es tan sólo algún añejo café o una panadería tradicional. Tampoco y con esmerado orgullo pueden presentar tan sólo un historiador sino que hubo varios que con sus respectivos galardones quedan en la historia como producto de sus esfuerzos investigativos que vuelcan a los vecinos bajo una lupa verdaderamente digna del docente.
En Chacarita y Colegiales disfrutamos del profesor Don Diego del Pino quien se desempeñó por años como Director de la Escuela de Conde al 900 volcándose casi simultáneamente a confeccionar un archivo histórico sobre distintos hechos pasados y presentes de los acontecimientos que le tocó vivir.
El Profesor Don Diego del Pino con una generosidad digna de los grandes le prologó el imperdible texto a otro historiador de nota como lo fue el Arquitecto Jorge Manuel Boullosa para quedar el texto eternamente en las retinas de cuanto hubo interesado en los hechos devenidos del pasado: El bajo de Colegiales y sus alrededores es sin duda un pergamino imperdible que será de consulta obligada para todo aquel que transite por sus calles y sectores barriales referidos al puente Concejal Dr. Pedro Bustos (y no puente Jorge Newbery como a alguna pluma traviesa aún hoy menciona)
El Puente Concejal Dr. Pedro Bustos es parte de las más variadas historias de nuestra zona y no debidamente respetadas tanto sea por los “Ángeles de Charlie” o por otros grupos que dicen tan sólo dicen, tener visiones diferentes.
Este recordado y noble dirigente del Partido Justicialista que viviera en Palermo (hoy parte de la Comuna 14) se hizo eco de una petición de los vecinos que solicitaban que no se interrumpiera la avenida Jorge Newbery desde Niceto Vega hasta Cabildo.
Damos por descontado que un estudio esmerado como acostumbraba realizar nuestro edil mencionado hubiese preferido que en Olleros se hiciese la obra con la ventaja que uniría desde Chacarita a partir de la Avda. Corrientes hasta Cabildo llegando luego a la Avenida Libertador en el barrio de Belgrano.
El problema que se planteaba en caso de ser elegida la calle Olleros era los árboles a los que se debería quitar.
Para evitarlo fue entonces que se decidió construir la obra en la actual ubicación buscando salvaguardar la privacidad de las Carmelitas que por su condición de monjas de clausura podría haberse afectada.
Esta necesidad prontamente se subsanó gracias al aporte de las autoridades municipales y a la buena voluntad de las religiosas que aceptaron una plantación en altura sujeta a una enredadera que les permitía seguir con sus actividades sin ser molestadas por curiosos.
Estas líneas son acaso una muy apretada –demasiada- síntesis, de aquellos hechos que hicieron posible el hoy Puente que fue noticias por estos días dado el abuso de una menor.
Otros detalles que ya dimos a conocer en otras páginas de nuestro portal y que posteriormente haremos una nota, sirven para confeccionar esta primera parte de nuestros Apuntes para una Historia del Puente Pedro Bustos, a quien seguimos recordando con el afecto y respeto que supo ganarse.
Publicado día 29.04.2018