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Carlos Gardel y el Tango

Cómo nació.

Coinciden las fechas de nacimiento de Carlos Gardel nacido en 1890 y de Julio De Caro en 1899.
En 1977 y habiendo presentado en años anteriores la propuesta, fue aceptada la misma, la que el productor y compositor Ben Molar con la conformidad del arco fundamental de músicos, y artistas del género, se decretó (Nº 3781/77 del 19 de diciembre de 1977) el «Día Nacional del Tango» con reconocimiento a Nivel Nacional.
Con el apoyo de la Sociedad Argentina de Autores y Compositores (Sadaic), de  la Sociedad General de Autores de la Argentina (Argentores), del Sindicato Argentino de Músicos (Sadem). De la Sociedad  Argentina de Escritores (Sade), e importantes medios como Radio Rivadavia se hizo la presentación en la Secretaría de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires, (hoy con rango de Ministerio). Este fue el colectivo de nuestra música que, en su conjunto hicieron posible que el día 11 de Diciembre fuera consagrado al género representativo de Buenos Aires, el Tango. Su danza y canto.
Podríamos hablar del tango , forma musical rioplatense. Abarca como historia también a Uruguay, donde se nutrió también en el mestizaje, y sus maneras de expresarlo. Y podemos hablar de extramuros, barrio de negros y mulatos, donde  se fueron agregando los que poco tenían que ver con la Gran Aldea, que nacía… Los mil oficios y la expansión, alegría del baile. Tango, o tangó, vocablo de origen africano. Es «orillero», nacido a orillas del Plata, en sus ciudades Buenos Aires, Montevideo. Podemos rastrearlo, desde 1800. En los quilombos (la reunión de San Telmo, o La Boca), años después, con instrumentos que fue modificando a través de las distintas influencias étnicas. Fue prohibido, no se bailaba en salones elegantes. Y el tiempo lo modificó hasta crear esa  forma de dos figuras que danzan un 2×4. tango: oímos decir, «…una poesía triste, que se baila.»
Tempranamente : Angel Villoldo (1861-1919), Manuel Campoamor (1877-1941), Julián Robledo (1887-1940), Rosita Melo (1897-1981), y otros.
En Agustín Magaldi (1861-1919) encontramos la voz «culta», como con Ignacio Corsini que revolucionaron el mundo tanguero con sus afiatadas voces y un público que los prefería.
Roberto Firpo (1898-1938), Juan de Dios Filiberto (1885-1964) y las orquestas que se crearon y evolucionaron, sus poetas, directores y estilos, sus cantantes, hombres y mujeres (pero ésta es otra historia…). Llegamos a un universal Astor Piazzolla, donde el tano, el orillero, se fusionan con la música básica que lo acuna: el jazz, y con el una vanguardia tan sutil, que puede llevar a los sentidos hasta el Cosmos mismo, un Carl Sagan, Ray Bradbury? de antesala estelar, a pura magia. Música clásica de los sentidos del alma atemporal.
Quedémonos en la Historia , uno de los polos porque fue creado el Día Nacional del Tango.
Carlos Gardel.
Nació en Francia un 11 de Diciembre de 1890. 
Charles Romuald Gardés. Criado en el Barrio del Abasto. Grabó los tangos de su autoría, haciendo brillar a otros compositores al darle voz y expresión. Lo que generó su figura, lo lleva al podio más alto al que puede llegar un cantor: representar el sentir de un pueblo que lo hizo suyo. Llevó el tango a su máxima expresión, y así «exportó» una forma de bailar y cantar. Baste decir El día que me quieras, Caminito, Che, Papusa; que hoy no sería tan celebrada, habida cuenta de los cambios urgidos en una sociedad donde la mujer era considerada objeto de consumo. Gardel, Lepera, un binomio para siempre.
Julio De Caro.
La otra punta, del Día del Tango.
Nació el 11 de Diciembre de 1901.
En Balvanera, su cuna. Un músico exquisito, un hombre que cosechó en su larga existencia los triunfos de un estilista, un refinado autor de nuestra música ciudadana, su huella es transitada por jóvenes generaciones que lo estudian, y él generoso, aporta desde su legado la impronta de un poeta de la música rioplatense. En 1924 crea el sexteto que daría al tango una transformación y renovación que marcaría el rumbo de la historia tanguera. La expansión ya lograda por Osvaldo Fresedo, Anselmo Aieta, D’Arienzo, tiene en Julio De Caro la formación que cambiaría la historia del tango contemporáneo: su formación instrumental. Dos violines, dos bandoneones, piano y contrabajo.
Unido a su pasión venía también aquel tango arrabalero, solo que él, llegó a las profundidades de elevarlo a la expresividad, de un poeta de la música. Agregó a lo creado el contrapunto como recurso armónico, variaciones, y contracanto. Acordes… y los arreglos, que, en cada partitura introducía para cada instrumento. Sin distinción: lo hacía en su propia obra. Resignificando los tangos clásicos, lo acompañó su hermano Francisco, pianista de excepción también, los dos «Pedros», bandoneonistas de élite: Pedro Maffia y Pedro Laurentz. El «decarismo» había logrado las bases de una vanguardia donde bucearon desde Aníbal Troilo, Horacio Salgán, Osvaldo Pugliese. Había llegado para quedarse un nuevo orden tanguero: la irrupción de los nuevos, que traían en su impronta todo lo expresado por los ancestros. El Arbol de la Vida comenzaba a florecer en el 2×4.
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