Y ahora qué hago… estamos en pandemia y es mi cumpleaños… te parece. Ni nos podemos abrazar, te acordas cuando nos conocimos… qué abrazo tan grande fue. Ahora tengo ganas de abrazarte y vos a mí, seguro…si… muchas ganas de abrazarte y quererte, pequeña Valentina, con nombre de cosmonauta o mamushka.
Este regalo que la vida me dio, otro más, se preguntaba como haría para saludarse con sus amigas del colegio, con lo aburrido de verse en un celu o su compu.
Hoy por mi edad, etiquetada como «adulta mayor», ella como joven contagiadora?, se dice… tampoco le es permitido un abrazo donde dos seres que son hermanas de sendero, sabias o viajeras del tiempo, puedan hallarse en esa comunión de apretada luz que es un abrazo.
Hago todo para no pensar que el 11/11 es mi cumpleaños número 11 y así… se mira su jeans…y festejar…olvidate … antes de esta pandemia era el regalo posible del encuentro con las amigas…su mama y Teo. Vamos juntas, y Vale mira ropa gastada, de moda ahora, gastada, como mis jeans de los 70. Retro, y me dice… Mora, ese, cómprame ese. Ya había elegido una torta de chocolate y un jeans. Así, caminando llegamos a Freire y Lacroze, charlando sobre su festejo de sus 11 años. Me cuenta que tiene escrito un diario que solo ella conoce. Guardado en un cajón de ropa y allí sus secretos, sus sueños de bailar, de circo con, me dice, el sueño mío, es que vuelva papa con nosotros, pero que se quede, si sigue enamorado de mi mama y se ríe… No tengo esa respuesta, si se, que te ama mucho y quizá no pueda volver por ahora, ya que te mudaste como yo. Y se largó a reír. Dice…como los reyes magos que venían siempre. Por eso, las ganas de verlo le dan ese brillo de dulzura a sus ojos grises. Como a los reyes magos, se queda mirando sin ver la ropa del escaparate. Y Teo, maestro de Zen, con su español neutro de 5 años, implacable larga su frase… Que soy…Que hoy vive su personaje japonés, y mañana será su propio impostor…me cuenta en un lenguaje que me suena a mandarin básico, yo no retrocedo y lo escucho con absoluta seriedad. Allí captando toda nuestra atención, comienza a pormenorizar sus andanzas, muchas… Sabia, que, si se quedaba de noche en la esquina de Álvarez Thomas y Lacroze, porque se había portado mal, allí mismo se lo llevaría el camión de la basura… Le pregunte sin dudarlo…como es eso…me lo dijo mi amigo. Y yo lo voy a esperar al camión cuando mi porte mal…y se ríe con Verónica muy cómplices.
Solo quería saber hasta dónde llegaría ese camión roba niños…Hasta Españaaaa. Dice Teo que no hay mejor país que ese. Porque sus skates, los atara al camión, y sirven para cruzar el mar. Dice sonriendo a puro hoyuelo y ojos negros, Tengo traje de (no entendí), y llegare allí, donde van todos… Quienes, pregunto…y empieza a nombrar sus personajes amigos de la serie, eso quiero, ir a España. Me gusta. Iré si me porto mal… (Carcajada), y volveré aquí, portándome mal allá, con otro camión por el mar.
Me asalto el recuerdo del viejo de la bolsa, y me largue a reír con ellos. Y de la mano con ellos, cruzando Álvarez Thomas, en tiempo real y sin camión a la vista…
Valentina eligió su torta de cumpleaños (al menos no dijo pastel, celebraba yo), de puro chocolate y dulce de leche…la más linda para retirar el 11/11 y ese día por fin nos daremos un abrazo de codo… porque también se puede, si así lo creemos, que estar en compañía de niños, hoy en este tiempo de pandemia, si alguna vez hubo algo certero, me quedo con la teoría de la incertidumbre, hoy mi tiempo es compartido con mis avatares, tomando sus enorme helados de chocolate.
FELIZ CUMPLE VALENTINA…TODO MI AMOR PARA VOS… Isabel Britos