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28 de Septiembre, Descubrimiento de la Penicilina

El 28 de Septiembre de 1928, el bacteriólogo británico Dr. Alexander Fleming, según nota de laboratorio descubría la penicilina.

«Cuando me desperté, justo después del amanecer del 28 de septiembre de 1928, ciertamente no planee revolucionar toda la medicina descubriendo el primer antibiótico del mundo, o un asesino masivo de bacterias. Pero supongo que fue exactamente lo que hice»

Fleming es famoso por descubrir la enzima antimicrobiana llamada lisozima. También fue el primero en observar los efectos antibióticos de la penicilina, obtenida a partir del hongo Penicillium Chrysogenum. La penicilina fue el primer antibiótico empleado ampliamente en medicina, que ha salvado millones de vida.

Por su descubrimiento, Fleming compartió el Premio Nobel de Medicina en 1945, junto a Ernst Boris Chain y Oswald Walter Florey.

Fleming no patento nunca su descubrimiento creyendo que así sería más fácil la difusión de un antibiótico necesario para el tratamiento de las numerosas infecciones que azotaban la población

Vamos a entrar en la historia o biografía de este benefactor de la humanidad.

Alexander Fleming fue un biólogo y farmacólogo, nacido en Darvel, Escocia. El 6 de agosto de 1881. Falleció en Londres el 11 de marzo de 1955. La humanidad le debe la penicilina, el mayor antibiótico creado hasta entonces la enzima antimicrobiana llamada lisozima.

A  los 20 años comenzó sus estudios de medicina.

Obtuvo una beca en el St.Mary»s Hospital Medical School de Paddington, institución con la que habría de relacionarse desde 1901, hasta el año de su fallecimiento, en 1955.

En 1906, forma parte del bacteriólogo sir. Almroth Wright con quien asociado durante 40 años. En 1908 se licencio, obteniendo la medalla de oro de la Universidad de Londres.

Nombrado profesor en bacteriología, paso a ser catedrático, retirándose  como emérito en 1948, aunque ocupo en 1954 la Dirección del Wright-Fleming Institute of Microbology, fundado en su honor, y en el de su antiguo maestro y colega.

Fleming descubrió la lisozima en 1922, cuando puso de manifiesto que la secreción nasal poseía la facultad de disolver determinados tipos de bacterias. Descubrió la lisozima durante sus investigaciones sobre la gangrena gaseosa, que diezmaba a los combatientes en la guerra; el descubrimiento ocurrió después que mucosidades procedentes de un estornudo, cayesen sobre una placa de Petri en la que crecía un cultivo bacteriano. Días más tarde noto que las bacterias habían sido destruidas en el lugar donde se había depositado el fluido nasal. Una de las casualidades más afortunadas de la historia de la ciencia.

Probo luego que dicha facultad dependía de un enzima activa, la lisozima, presente en muchos de los tejidos corporales, aunque de actividad restringida por lo que se refleja, a los organismos patógenos causantes de las enfermedades. Pese a esta limitación, el hallazgo se revelo altamente interesante, puesto que demostraba la posibilidad de que existieran sustancias que, siendo inofensivas para las células del organismo, resultasen letales para las bacterias. A raíz de las investigaciones emprendidas por Paul Ehrlich 30 años antes, la medicina andaba ya tras un resultado de ese tipo, aunque los éxitos obtenidos habían sido muy limitados

Pese a que Fleming comprendió desde un principio la importancia de su descubrimiento, habrían de pasar 15 años más hasta convertirse en el agente terapéutico de uso terapéutico que habría de llegar a ser.

Las razones para este aplazamiento, son diversas. Uno de los factores más importantes que lo determinaron fue la inestabilidad de la penicilina, que convertía su purificación en un proceso excesivamente difícil para las técnicas químicas disponibles.

La solución del problema llego con las investigaciones desarrolladas en Oxford por el equipo que dirigía el patólogo australiano Howard Walter Flore y el químico alemán E.Boris Chain, refugiado en Inglaterra, quienes,  en 1939, obtuvieron una importante subvención para el estudio sistemático de substancias antimicrobianas segregadas por los microorganismos.

La purificación de la penicilina se produjo en 1939, a cargo del bioquímico Heatley, utilizando grandes volúmenes de filtrado mediante un sistema de contracorriente y atracción amil acetato. Edward Abraham termino de eliminar el resto de impurezas por cromatografía en columna de alúmina. Luego se probó la sustancia en ratones infectados con estreptococcus.

El 25 de mayo de 1940, el grupo de trabajo formado por los historiadores de Oxford, Oswald Florey, Ernst Chain y Norman Heatley, administran una dosis letal de estreptococos a 8 ratones, 4 de ellos serían inoculados además, con penicilina.

Al día siguiente habían sobrevivido los ratones tratados con penicilina. Era efectiva la penicilina.

El12 de febrero de 1941, el agente de policía Albert Alexander en el Hospital John Eadcliffe de la Universidad de Oxford en el Reino Unido, se convertía en el primer ser humano tratado con penicilina purificada.

El patólogo australiano Howald  Walter Flore y el químico alemán E. Boris Chain fueron los que administraron el fármaco.

El paciente Alexander, de 43 años se había rascado la cara con un rosal. Cuando los arañazos se volvieron sépticos, se produjo el envenenamiento de la sangre y numerosos abscesos. El paciente manifestaba un gran dolor, y se sentía desesperada y patéticamente enfermo.

Consintió en ser tratado con el nuevo medicamento. Según el equipo médico, el resultado fue que en 4 días, hubo una mejora sorprendente… estaba mucho mejor con una disminución obvia de los abscesos, por desgracia, debido a la limitada penicilina disponible, el tratamiento se detuvo y el paciente falleció.

La producción industrial de la penicilina en Europa se vio en apuros económicos al comienzo de la 2da.Guerra Mundial.

Los científicos británicos buscaron ayuda en Estados Unidos, en laboratorios de Peorías, Illinois donde sus científicos estaban trabajando en métodos de fermentación, para acelerar el crecimiento de cultivos de hongos. El 9 de julio los cuenticos Florey y Heatley partieron de la Universidad de Oxford con una pequeña cantidad de penicilina, hacia los Estados Unidos. Bombearon el aire dentro de enormes cubas llenas de maíz fermentados con otros ingredientes y aditivos claves, que demostró poder hacer crecer grandes cantidades de penicilina en comparación con los antiguos métodos de crecimiento sobre superficies planas.

La cepa de penicillium que tuvo el mejor rendimiento no fue la importada por los científicos británicos, sino una cepa que crecía sobre un melón en uno de los mercados de Peoria, mejorando la producción en las condiciones inmersas en la nueva técnica de laboratorio estadounidense. Aproximadamente 70-80 unidades de penicilina por mililitro de cultivo.

El 26 de noviembre de 1941, Heatley y Andrew J. Moyer, el experto de laboratorio de Peoria lograron mejorar 10 veces la producción de penicilina. Al ser masivo el producto, se abarato su costo de 20 dólares por dosis en julio de 1943 a 0,55 en 1946.

La situación bélica determino que se destinaran grandes recursos para el desarrollo del producto, lo suficientemente importante como para que en 1944, todos los heridos graves en la Batalla de Normandía pudiesen ser tratados con penicilina.

Los laboratorios en Gran Bretaña en 1999 y en Peoria en 2001 fueron designados como monumentos químico históricos internacionales.

Fleming no patento su descubrimiento, creyendo que así sería más fácil la difusión de un antibiótico necesario para el tratamiento de las numerosas infecciones que azotaban a la población.

Por sus descubrimientos Fleming compartió el Premio Nobel de Medicina en 1945, junto a Ernst Boris Chain y Oswald Walter Florey.

Fleming fue elegido miembro de la Royal Society en 1942 y recibió el título de Sir dos años más tarde.

Alexander Fleming falleció en Londres en 1955, de un ataque cardiaco. Fue enterrado como Héroe Nacional en la Cripta de la Catedral de San Pablo de Londres.

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