12 de octubre día del respeto a la diversidad Cultural
Es un día de Reflexión, de memoria, de reconocimiento a nuestros primeros pobladores, a los pueblos originarios de nuestras tierras.
Promoviendo e invitando así el análisis y reflexión histórica, el diálogo intercultural, el reconocimiento y respeto por los pueblos originarios, el cual recién para el 2010 se reparo parte de nuestra historia hispana, cada 12 de octubre, hasta el año 2010, se denominaba “Día de la Raza”, aludiendo a la llegada de Colón y la corona española al territorio continental. Es una fecha en la cual no hay nada para festejar, sino recordar. Nuestro país decide cambiar el nombre anterior por “Día del Respeto a la Diversidad Cultural”, dando espacio al reconocimiento de una identidad múltiple y una valoración de la inmensa cantidad de culturas originarias que conviven hace siglos en estos territorios, este nuevo significado respeta, lo que dicta nuestra Constitución Nacional, Tratados Internacionales y distintas declaraciones de Derechos Humanos enfocadas en las diversidades étnicas y culturales. Ostentosamente dicho hasta 2010 como Día de la Raza. La pregunta se escurre para saltar ; cuál?
Un 12 de octubre de 1492 llegaba a Guanahaní (Santo Domingo) un osado almirante genovés Don Cristóbal Colón, en las carabelas que responden al reino de Isabel de Castilla y Fernando de Aragón: la Santa María, la Niña y la Pinta. Venían en busca del mercado de la especiería, y en cambio, «un continente de hombres y mujeres de piel cobriza les salió a recibir».
La Leyenda de El Dorado, para afiebrar mentes y espadas. Sus viajes fueron cuatro, y ameritó ser atendido por los Reyes de España y encomendado para ejercer las artes de la guerra europea (desconocida en estas tierras vírgenes).
A esta expedición o viaje le siguen las demás expediciones, cuyos almirantes buscaban la fortuna y la gloria que pudiera depararles este Nuevo Mundo. La suerte del Almirante a su regreso fue dispar. El celo por su hazaña lo hizo materia de intrigas: su fama palideció ante los osados almirantes que preparaban sus navíos y su futura carga: riquezas y prisioneros, esclavos de otros mundos. La historia es conocida, e impide una lectura más extensa y minuciosa.
Sí sabemos que la vastedad de nuestros territorios estaba poblada por diversas culturas, hombres de norte a sur, con sus diferentes etnias, idiomas, religiosidad e interacción, que era su forma de convivir un lugar común.
» En 1492 los nativos descubrieron que eran indios, que vivían en América, que estaban desnudos; descubrieron que debían obediencia a un rey y a una reina de otro mundo y un dios de otro cielo, y que ese dios había mandado que fuera quemado vivo quien adorara al sol y a la tierra y a la lluvia que la moja», (Eduardo Galeano).
En 2024 ya nadie oculta sus raíces de países originarios. Llegando a la edad madura, sabemos que por muchos años y siglos, se obligaba a callar, orígenes africanos, «indios», (de norte a sur): hablar el idioma guaraní, el quechua, mapuzugun (mapuches) y así se conforma un glosario que está instalado en nuestro día a día.
La importancia de la inmigración de países europeos, aportó lo suyo en gran número, españoles, italianos, ingleses, rusos, polacos, alemanes.
La comunidad sirio libanes, y sus muchos vocablos que se entremezclan en el hablar del noroeste argentino, las comunidades orientales afincadas aquí dan sus aportes culinarios, sus saberes para conformar un país cosmopolita, versátil, único.
Cómo negar este crisol de razas que se dio en Argentina, del que somos sus representantes.