Fue fundada en 1733 por Domingo de Acassuso, en la esquina de Carlos Pellegrini y Corrientes, cuando la Ciudad quedó dividida en seis parroquias. La Parroquia que lleva su nombre quedó como una de representativa de San Nicolás data de 1732; antes de eso, el barrio ya existía y se llamaba Catedral al Norte, y antes de eso, en 1650, se llamaba Taco Verde; y antes Trinidad, que fue el nombre que le puso Garay a la aldea. En 1812 se izó, por primera vez en nuestra ciudad, la bandera nacional en la torre de la iglesia San Nicolás.
Este barrio forma parte del casco histórico de la ciudad, ya que es precisamente uno de los más antiguos junto con sus vecinos Montserrat y San Telmo. Y debido a su ubicación geográfica fue centro de reunión de comerciantes y destino de carretas que traían mercadería para vender en la ciudad. El icónico Obelisco de Buenos Aires se encuentra dentro del barrio de San Nicolás, así como la torre Eiffel representa a Francia, el Obelisco a Buenos Aires, fue inaugurado en 1936 para recordar el cuarto centenario de la primera fundación de Buenos Aires. San Nicolás es el centro neurálgico comercial y cultural de la ciudad, donde las galerías de arte, los restaurantes, y los teatros más importantes se hacen presentes, como lo es el teatro Colón, nuestro primer coliseo
En Rodríguez Peña y Paraguay nos encontramos con la iglesia Nuestra Señora del Carmen; y en Bartolomé Mitre entre Paraná y Montevideo está la iglesia De la piedad, donde descansan los restos de mama Antula (María Antonia de paz y Figueroa) recientemente santificada.
El Barrio San Nicolás pertenece a la Comuna 1. Se encuentra delimitado por las Avenidas Córdoba, Callao, Rivadavia, Leandro N. Alim, calle Bartolomé Mitre, Avenida Rosales y Avenida Eduardo Madero.
Había una vez una elegante sastrería con clientes notables, allá por 1908, y de notoria actualidad hoy en día. Se trata de un Bar Notable de nuestra Ciudad. Exactamente sobre la calle Sarmiento. El Lugar: reconocido como Sitio de Interés Cultural de la Ciudad, su nombre The New Brighton, y su antiguo nombre en tiempos coloniales fue The Brighton, en la calle denominada entonces CUYO. Mismo lugar, igual éxito, a través de los años.
Vistiendo a presidentes y personajes internacionales, conserva un obsequio real: tres plumas talladas en madera que dejó su impronta, el heredero al trono británico, Eduardo de Windsor, luego coronado como Eduardo VIII. Su cierre ocurrió en 1976.
Sastrería que da lugar a otro negocio de élite, nada menos que Clark’s, el restaurante que regenteaba un chef internacional: nuestro querido y recordado Gato Dumas.
Menú y servicio refinado: cochinillo, langosta, pulpo. En un ambiente de lujo, cedro inglés, muebles de estilo, vitraux, piano de concierto y mozos de oficio, todo un rito. En el año 2002, cerró sus puertas. Pero, la reapertura de este clásico y exitoso sitio espera más: el actual The New Brighton. Y ahora, asoma con su esplendor el ambiente de la belle époque que se disfruta sobre todo en El Gran Salón.
La barra: Merece una nota especial, por ser ésta una pieza de madera de roble, que hace del ambiente un auténtico pub irlandés, de no saber que estamos en la city porteña, y los generosos taburetes en madera para recibir los tragos del afamado barman que atiende entre cóctel y cóctel.
El comienzo de la pandemia dejó al bar cerrado durante 18 meses, y la actual renovación entre ellos, igual calidad y precios reducidos son ideas de Sebastián Di Costa, su actual gerente.
Nada es improvisado en el mítico Brighton, pianistas, galas líricas, jazz hacen que entre sus mesas siga disfrutándolo su público fiel y reconocido.
Un saludo afectuoso a nuestros vecinos de San Nicolás