Consolidada dentro de su magia y misterio, es un barrio donde lo cotidiano se vuelve mágico, casi como Las Manos de mi Madre de Peteco Carabajal.
Entre calles y avenidas desde 1925 este mítico barrio ostenta un misterio digno de Agatha Christie. Este barrio formó parte oficialmente del de Agronomía desde la conformación de éste, con la excepción de un breve período a principios del año 1976.
Toma su nombre de la familia que fuera propietaria de las tierras en las que se desarrolló este original proyecto urbanístico.
Nada se ha extinguido ni los pájaros, ni los laberintos, ni las historias.Su nombre proviene de los dueños de esas tierras. Hoy se las numera en el nomenclador como Comuna 15. Quizá parte de su magia sea sobrevivir entre Agronomía, (a la que pertenece genuinamente), Villa Ortúzar y Villa Urquiza. En un radio más de literatura inglesa sobrelleva su historia digna de Cortázar. Nada es como dicen.Siempre será más. Los laberintos se superponen y el rumor del misterio de su identidad juega un papel laudatorio.A salvo de avenidas y subterráneos, febriles movimientos de muchedumbres apuradas y anónimas, Parque Chas continúa su circularidad, sus puentes y calles circulares y dejan de a pie al más pintado conocedor porteño. Que manera de desafiar la lógica y enraizar un modo de vida, las tardes y los pájaros, la noche y las flores, los árboles y los pájaros. Siempre los pájaros.
También las calles rectas tienen espectacularidad: son dos, Victorica y Gándara. Con Ávalos como término de algún recorrido, no podemos confiarnos en Berlín… aunque el dicho popular nos invite a hacerlo, a Berlín, a Berlín.
Simplemente porque es circular y ningún enamorado puede desencontrarse a su cara mitad por ese motivo.
Y sin entrar en mitos lúgubres (que los hay), hallamos obras literarias que se desarrollan en este barrio misterioso: «El cantor de Tango» es la novela de Tomás Eloy Martínez que lo pone en evidencia, si Parque Chas no existiera habría que inventarlo.Luis Luchi lo pone en fojas poéticas, amorosas para marcar su caracter idílico y lo logra exitosamente en «Amores y poemas de Parque Chas».
El Club de los amores en Parque Chas: El Trébol (Gándara 2840).
Escuela Petronila Rodríguez, que se creó en 1933.
Iglesia de San Alfonso, (Barzana y Hamburgo).
Un mundo para el asombro guardado entre calles… La Pampa, Avenidas Triunvirato, de los Incas, Chorroarín, Combatiente de Malvinas.
El barrio con nombres europeos, Hamburgo, Budapest, Bucarest, Marsella, Cádiz, nos invita al destino más lejano, idiomas y costumbres que nos dejan un sabor a tierra de magia y poesía.
FELICIDADES VECINOS DE PARQUE CHAS!
















